La continuidad de Renault en la Fórmula 1 se podría decidir a finales de este mismo año, en el que según su máximo responsable, Cyril Abiteboul, existen dos posibilidades sobre la mesa. La primera de ellas es que Renault consiga solventar los problemas de fiabilidad que están teniendo y con ello se ganen de nuevo la confianza de su mejor equipo, Red Bull, o, en caso de no conseguirse, los franceses podrían pasar a convertirse en equipo único en 2017.

Red Bull y Toro Rosso, que están unidas en llevar motores Renault hasta finales de 2016, podrían dejar de hacerlo este mismo año si ven que los problemas que han tenido con los propulsores V6 de la marca francesa no desaparecen. Quedándose de esta manera sin clientes a partir de la próxima campaña, es por ello que los franceses están planteándose volver como escudería propia en 2017.

"Imaginaría que en algún punto en 2015, Red Bull querrá saber lo que pasará en 2017 (cuando nuestro contrato acabe). Ahora lo mejor que podemos hacer es asumir que seguiremos como siempre, como proveedor de motores y ellos como clientes de Renault. Eso nos dará la mejor oportunidad para tener éxito rápido a la organización conjunta, pero también vamos a trabajar en el futuro. Necesitamos pensar los beneficios y desventajas de ser un equipo y el coste que supone. De nuevo, en eso no es en lo que estamos centrados porque lo primero que queremos hacer es producir motores, pero hay negocio en ser un equipo", explicaba el máximo responsable de la marca francesa para Autosport.

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En el caso de que finalmente la decisión se torne a crear una escudería, no descartan la opción de compra de un equipo actual de la Fórmula 1, como podrían ser Toro Rosso, Lotus o Manor. De esta forma los de Renault tendrían una base estructurada en años anteriores sobre la que poder trabajar y así no empezar desde cero en la creación del equipo.

Por su parte, Red Bull abandonaría la Fórmula 1 si viese que el reglamento no se ajustase a las exigencias de mejorar el espectáculo y la rivalidad entre todos los equipos. Ante esta amenaza de Dietrich Mateschitz, comenzaron las primeras reacciones al respecto, siendo algunas por ejemplo de Bernie Ecclestone, que afirmaba: “Dejar de estar enamorado de alguien no significa el divorcio. Simplemente necesita una novia nueva. Mateschitz siempre ha estado en la F1 y apoyándola, es un tipo inteligente y sabe lo que hace y las consecuencias que ello conlleva”. Por otro lado, Arrivabene también ha tenido unas palabras para el dueño de Red Bull: “Es fácil ser feliz cuando ganas cuatro campeonatos consecutivos. Y es fácil también quejarte cuando ya no ganas”.