Este fin de semana es triste para el equipo Manor. En Japón, Jules Bianchi sufrió un accidente que, nueve meses más tarde, pondría fin a su vida mientras permanecía en coma inducido. Will Stevens ya era piloto probador del equipo en esa época, por lo que también vivió desde dentro el sufrimiento y el drama del golpe contra la grúa. Sin embargo, el tiempo corre hacia adelante y hay que buscar nuevas metas y objetivos.

Desde el gran premio pasado, Stevens ha cambiado de compañero. Ahora, Alexander Rossi es su rival por los puestos bajos de la clasificación. Este cree que el año ha ido bien para él. “Singapur no fue uno de mis fines de semana más sencillos pero uno necesita grandes premios así para mejorar y aprender de ello”, sentenció el británico. Además, el piloto de Manor no conoce ninguno de los circuitos que quedan en el calendario, con la excepción de Abu Dabi.

La carrera en Singapur fue difícil para el británico. Fotografía: Manor Marussia.

A pesar de ello, no pierde la sonrisa: “Siempre me ha gustado ir a nuevos circuitos, especialmente este”. Un circuito que le gustaría pilotar a cualquiera. Y no se olvidó de un tema fundamental en este circuito, que es el tema de los tifones. Se acerca uno al trazado nipón por lo que tendrán “un fin de semana ajetreado”.

Al igual que ocurrió con los demás, el avance del coche era un tema importante para el entrevistador de la FIA. Stevens cree que los próximos años serán emocionantes para Manor Marussia. “Este año ha sido siempre duro, ya que se usaba la unidad de potencia antigua de Ferrari”, explicó el inglés. Pero Stevens prefiere mirar hacia adelante. Este sigue su preparación y duro trabajo en la sombra mientras planea su próxima temporada, donde se le ve bastante positivo. “Si hay suerte, podré contaros cosas muy pronto”, finalizó.

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Sobre el autor
Pedro M. Peralta
Periodismo. Gran aficionado al deporte de motor y al fútbol.