"¿Para mejorar Fórmula 1? Es difícil, complicado, si fuese por deporte, hay muchas ideas, pero esto es un negocio y aquí los intereses mandan, no solo es deporte, es difícil congeniar esas dos cosas". Así resumía Fernando Alonso su opinión acerca de cómo ve el futuro de la Fórmula 1, ahora que se está hablando mucho acerca del nuevo reglamento que equipos y FIA preparan para 2017.

Este fin de semana en Austin con motivo del Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1 2015, los espectadores hemos podido observar las dos caras de la moneda que hacen grande a este deporte que se pueden dividir de la siguiente manera.

Por un lado las sesiones celebradas en la jornada del sábado, cuando la FIA tras cancelar la segunda sesión de entrenamientos libres de la carrera por culpa de la intensa lluvia que en esos momentos caía sobre el Circuito de las Américas, "obligaba" a los equipos a sacar a sus pilotos en la tercera jornada de entrenamientos libres a pista bajo unas condiciones casi igual de críticas o más, en vistas a una posible cancelación de la clasificación, como al final terminó sucediendo.

Aplazamiento que todo hay que decirlo, no estuvo exento de polémica, ya que como viene siendo habitual en los dirigentes del gran circo, el sentido de la responsabilidad hace tiempo que dejó de existir en la toma de decisiones. Mientras que a los equipos les informaban que la sesión se posponía de media hora en media hora, en el circuito invitaban a los aficionados a sentarse en sus localidades para disfrutar del gran espectáculo de la Fórmula 1. ¿Falta de comunicación entre FIA y el circuito?

Dejando esto a un lado, el verdadero show lo pusieron los equipos en esta jornada de clasificación. Y es que tanto que se habla entre bambalinas de ideas para recuperar la competividad en la Fórmula 1, y quizás algo tan sencillo como la lluvia sea la solución a todos los malos. Break dance en Force India, carreras de remos en Williams o Sauber, celebración de cumpleaños en Red Bull ... todos se quisieron sumar a esta competición para ver quién se llevaba la pole position en ingenio.

Por el otro, la clasificación y carrera celebrada en la jornada del domingo. Y es que resultaba muy curioso escuchar a los pilotos quejarse a sus ingenieros de pista durante la carrera contra el reloj del mal estado de la pista, cuando hacía apenas 24 horas habían pilotado sus monoplazas en esas mismas condiciones o peores aún, acciones que tuvieron como consecuencia la no celebración de la Q3 para decidir quién era el hombre más rápido en Austin.

Por si fuera poco, la carrera nos tenía reservado el plato principal del fin de semana. Todos los días lloviendo, sin poder salir a pista muchas veces ... Y la carrera iba a dar comienzo con el suelo casi seco. Ver para creer como dirían muchos. El ingrediente perfecto para una carrera donde pudimos ver infinidad de esos momentos que los aficionados una vez terminada la carrera o mundial, siguen hablando de ellos, y que proclamó como tricampeón del mundo al piloto inglés de Mercedes Lewis Hamilton.

Así que ya saben, queridos miembros de la FIA. ¿Para mejorar Fórmula 1? Un poco de lluvia y batalla asegurada.