Esta semana se han reunido de nuevo los integrantes del Grupo de Estrategia y de la Comisión de Fórmula 1 con el fin de analizar la situación actual de la categoría. Las sanciones relacionadas con el pilotaje y la estructura de los grandes premios han marcado la reunión, que como es habitual, ha traído nuevas propuestas, aunque estas en ningún caso podrían entrar en vidor antes de 2017.

La falta de luchas igualadas sobre la pista siempre ha sido una de las principales acusadas a la hora de juzgar la tendencia a la baja del expectáculo. Durante las últimas temporadas hemos visto que la gran mayoría de los adelantamientos han sido protagonizados por el DRS, por un juego de neumáticos nuevos, por una suma de caballos extras... en definitiva, por una indefensa presa y un armado depredador. La propuesta para cambiar un poco esta tónica es volver más flexible la línea entre lo que está permitido y lo que no, es decir, dar más libertad a los pilotos para que se arriesguen a enseñar el alerón delantero más a menudo a cambio de reducir las sanciones. Por ello, los jefes de equipo enviaron un mesaje formal a los comisarios argumentando su tesis.

Por otra parte, se ha aceptado llevar a cabo una consulta para examinar la organización vigente de los fines de semana y evaluar las distintas opciones que servirían como sustitutas, afectando tanto a la clasificación como a la carrera. Esta cuestión surge del mismo punto que la anterior, de intentar atraer a los aficionados, pero no hubo consenso y, de hecho, en temas como las parrillas invertidas o las carreras al sprint no se alcanzó ninguna conclusión.

En los próximos meses iremos conociendo poco a poco los matices de una normativa que parece que cambiará mucho en 2017. Sin embargo, todavía queda un largo camino de conversaciones entre los personajes más influyentes del paddock.