El circuito de Ímola siempre ha sido un habitual en el calendario de Fórmula Uno hasta el año 2006, siendo éste su último año en el mundial. Las quejas de los equipos respecto a las escasas calidades de las instalaciones y la irregularidad que había en el asfalto, además de que ya existían dos Grandes Premios en el país transalpino, hacía que tuvieran que abandonar el campeonato.

Las continuas idas y venidas respecto a la posible marcha de Monza de la categoría reina del automovilismo, le deja la puerta abierta para que el circuito situado en San Marino esté de vuelta. siendo un circuito que siempre ha ofrecido buenas carreras a lo largo de su estancia.

Un claro ejemplo fue en 2005 y 2006 el espectáculo protagonizado por Fernando Alonso y Michael Schumacher, con la tensión a flor de piel estando uno detrás del otro a escasas décimas sin espacio para adelantarse, siendo en la primera ocasión la que el español salió victorioso y la segunda fue para el alemán. Pero también carga con la pesada tragedia ocurrida en el fin de semana de 1994, donde Roland Ratzenberger y Ayrton Senna morían en la jornada del sábado y la del domingo respectivamente, quedando más marcada la muerte del tricampeón carioca.

Fernando Alonso y Michael Schumacher en el año 2005 | Fuente: f1fanatic.co.uk
Fernando Alonso y Michael Schumacher en el año 2005 | Fuente: f1fanatic.co.uk

El director del trazado, Uberto Selvatico Estense, afirma haber tenido conversaciones con Bernie Ecclestone en el último Gran Premio. Además comenta que el tiempo decidirá si finalmente están en el calendario la temporada que viene: "Ecclestone le ha dado atención a Imola y en nuestra reunión en Bahréin nos dijo que esperemos a que salga el borrador del calendario de 2017. Queremos volver a la F1 y le representamos nuestra pasión al Sr. Ecclestone. No tenemos una bola de cristal, pero creo que el tiempo es bastante justo para cualquier decisión que afecte nuestro futuro cercano".

Mientras el circuito situado en San Marino pelea por volver a la Fórmula Uno, otros han tenido que decir adiós ya de por vida, como es el caso de Nurburgring Nordschleife o también llamado infierno verde, que está al borde de ponerse en venta para convertirse en un parque de atracciones.

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