Hamilton lo volvió a hacer, el británico voló como una mariposa y picó como una abeja. Lewis llegó al Gran Premio con una intención clara, ganar para dedicárselo al fallecido Mohamed Alí. Su receta era su famosa frase y es que el de Mercedes hizo tanto de abeja, como de mariposa. Tal y como hacía el famoso boxeador, Hamilton ganó y demostró que sigue siendo el piloto más rápido de la parrilla.
Picar como una abeja
Picó y muy bien, el '44' inyectó a Rosberg su veneno mortal y le hizo perder posiciones tras cerrarle la puerta en la primera vuelta. Hamilton hizo una maniobra legal, pero quizás un poco dura al tratarse de su compañero de filas. El británico se vio superado por la sensacional salida de Sebastian Vettel que con una asombrosa facilidad se puso primero en el arranque y le sacó varios segundos de ventaja. Hamilton se quitó de encima a Rosberg cerrándolo y obligándole a salirse del asfalto tras chocar con su rueda trasera.
Este ha sido el segundo encontronazo del año entre los dos pilotos y parece que no va a ser el último. En la carrera de Cataluña, el Campeón del Mundo impactó con Rosberg tras salirse de la pista y acabó con los dos Mercedes fuera de carrera. En esta ocasión, el alemán perdió siete posiciones y se fue técnica y mentalmente de la carrera, rodando siempre por detrás de los Red Bull de Ricciardo, que volvió a tener un mal día con los mecánicos, y de Verstappen. La lucha de Rosberg en el resto de la carrera fue evitar que su máximo rival en la lucha por el Mundial le recortara el máximo de puntos y a punto estuvo de empeorar su quinta posición final al hacer un trompo cuando intentaba superar a Verstappen en la última vuelta.
Volar como una mariposa
Pero en la vida, no basta con ser abeja y es por eso que Lewis sacó su faceta de mariposa y con paciencia consiguió la victoria. La carrera se convirtió en un mano a mano entre Sebastian Vettel y Lewis Hamilton. El alemán mandó con relativa comodidad hasta que en la vuelta 14, demasiado pronto, entró en el pit lane para cambiar las ruedas ultrablandas y Hamilton tardó diez vueltas más en hacer lo propio y lo catapultó a la victoria. Una nueva buena decisión de las flechas plateadas, que al igual que en Mónaco, les guió hacia la victoria.
Hamilton pasó a liderar la carrera seguido de los Red Bull de Verstappen y Ricciardo, a los que el Ferrari de Vettel superó mediada la carrera para iniciar la batalla final con el británico, al que no le quedaba otra que mantener su ritmo alto para seguir liderando la carrera. Vettel se fue con todo en búsqueda de su rival. Le fue recortando décimas en cada vuelta hasta situarse a cuatro segundos, pero eso no era suficiente para incomodar al británico. Cuando faltaban diez vueltas, Hamilton voló como una mariposa y se alzó con la segunda victoria consecutiva de este año.
Un gran Carlos Sainz y un buen Fernando Alonso
Fernando Alonso se quedó cerca de los diez primeros puestos y ha cruzado la línea de meta en undécimo lugar, tras Sergio Pérez. El asturiano adelantó a Daniil Kvyat en las últimas vueltas y anunció en un mensaje de radio a su equipo que tenía un problema en su MP4-31, pero le pidieron que se mantuviera en pista. Con un stint de 52 vueltas con el neumático blando, Alonso ha vuelto a mostrar su excelente gestión de los neumáticos. Fernando vio como su compañero de equipo se quedaba tirado con su McLaren-Honda y firmando un fin de semana suficiente para la escudería.
La otra cara de la moneda fue Carlos Sainz. El español hizo una remontada espectacular y escaló muchas posiciones. Su espectáculo en pista fue lo más destacado de la carrera y consiguió superar a los dos Force India. Con este resultado ha conseguido quitarse el mal sabor de boca con el que se fue de Montecarlo y enseñó a el mundo de la F1, que el también sabe ser agresivo como Mad Max. La novena posición sabía a gloria.
Mundial nuevo
Con este resultado, el Campeonato Mundial de Fórmula 1 ha dado un vuelco brutal. Hamilton ya ha recortado la distancia con Nico a 15 puntos y se ha puesto a tiro del alemán. Tal y como dijo por radio, "esto es por ti, Mohamed Alí". Picar y volar, el secreto del éxito en Canadá.