Bonitos, dolorosos y graciosos recuerdos los que tiene Fernando Alonso del circuito de Interlagos. Todo comenzó en 2003, cuando sufrió ese terrible accidente nada más terminar la carrera. No pudo subir al podio, pues se lo tuvieron que llevar en ambulancia, aunque antes de subir a ella, enseñó su pulgar hacia arriba para dar tranquilidad al equipo Renault y a los aficionados. Recuerdos bonitos como los de 2005 y 2006, donde logró sus dos títulos mundiales.
En 2007 la tortilla giro 180 grados para no terminar de dar la vuelta entera nunca más, o, por lo menos, todavía. Ese año en McLaren perdió el título a pesar de subir al podio, pero la victoria de Kimi Raikkonen le dio el título. En 2012 lo perdió en favor del alemán Sebastian Vettel. Dos años que no olvidará con facilidad. El año pasado, el primero con McLaren-Honda, dejó una imagen cómica, primero él solo y luego con Jenson Button. En clasificación quedó eliminado en Q1, al igual que el inglés, y antes de pasar por zona mixta, se le vio en una silla presenciando el resto de qualy. Posteriormente, juntos, subieron al podio para mostrar las ganas que tenían y tienen de volver a él.
Es un lugar especial, sin duda
Fernando dijo que "Brasil no es diferente a México" en el sentido de que "las tribunas están repletas de aficionados apasionados". Un fin de semana que podrá disfrutar, no se juega nada y el coche comienza a ir lo suficientemente bien como para tener batallas divertidas con equipos como Force India o Williams, o incluso con su amigo Carlos Sainz.
El asturiano comentó que "la vuelta es muy corta", y, a su misma vez, "muy fluida". Alonso finalizó diciendo que una vez cruzadas la línea de meta, debes de atacar las eses para después afrontar "la sección más baja del trazado". Fernando podrá disfrutar este fin de semana en Brasil, un circuito que debería adaptarse bien a las características del McLaren, además uno en que la velocidad punta no es excesivamente alta. Puede que sufra en la recta de meta, con la subida que hay antes de entrar en ella.
Dos carreras para todos, pero sobre todo para él. Con más ganas que nadie de que llegue la nueva temporada y se vea con opciones, de una vez por todas, de luchar por el campeonato tras más de diez años de sequía y casi cuatro sin poder luchar por ganar una carrera.