Si hace un par de años Ferrari festejaba por todo lo alto los 60 años de presencia en Estados Unidos, ahora le toca celebrar el 50 aniversario de su llegada al país del Sol naciente. Y lo hacen como sólo ellos saben hacerlo, fabricando una exclusiva y limitadísima edición de un superdeportivo.
Para realizarlo han empleado el 488 Spider como base, y lo han modificado para darle una nueva apariencia, con una línea ascendente que divide la carrocería en dos, un frontal de aspecto más agresivo y afilado, un parabrisas más inclinado, una cubierta trasera que envuelve el habitáculo y deja a la vista el corazón de la máquina, y unos pilotos circulares dobles. Un diseño que se aleja bastante del que se encuentra en la gama actual y en el que se percibe cierta inspiración en Ferraris de los años 70’, 80’ e incluso de los 90'.
El motor es el mismo 3.9 V8 biturbo que monta el modelo de serie del que deriva, pero para esta ocasión tan especial ha sido potenciado hasta los 690 caballos. Gracias a ello, los afortunados japoneses propietarios de un Ferrari J50 podrán ponerse a 100 kilómetros por hora desde parado en algo menos de tres segundos y alcanzar una velocidad de hasta 325 km/h.
Y sí, solo afortunados japoneses porque esta edición, de la que únicamente se fabricarán 10 unidades, es exclusiva para el país nipón. Por supuesto, como todas las creaciones del departamento 'Special Projects', este coche está reservado a los clientes más selectos de la marca y, desde incluso antes de que se fabricara, ya están adjudicados quienes serán los propietarios. El precio que han tenido que pagar por la última obra en salir de Maranello de momento no se ha dado a conocer, pero, teniendo en cuenta los precedentes, bien podría rondar los 2 millones de euros.
