Poco a poco 2016 se va terminando, las horas se van descontando y la aparición de las luces y árboles navideños dejan un resultado por delante: el fin de una temporada para que en breve se ponga en marcha otra. Como no podía ser de otra manera, cuando una campaña baja su telón se debe hacer un balance, con las luces y sombras que ha deparado la temporada, y donde con mano de hierro la temporada de Moto3 ha tenido un claro dominador: Brad Binder. El piloto sudafricano tenía ante sí una temporada ilusionante, con retos apasionantes por delante que finalmente terminaron desembocando en un título ansiado por su parte, quedando el 2017 como un año de confirmación para el sudafricano, que da el salto a la categoría de Moto2 de la mano del equipo que le ha aupado al título en Moto3, KTM.

Comienzo aplastante

Los comienzos marcan el camino a seguir el resto de temporada, y como no podía ser de otra manera, después de prepararse a fondo durante la pretemporada, Brad Binder llegaba al Gran Premio de Qatar con un claro objetivo: conquistar el Mundial de Moto3. En la categoría más complicada del campeonato, donde más rivales hay que sortear para llevarse la victoria, el sudafricano se tenía que conformar en la noche qatarí con la segunda posición al no ser capaz de superar a Niccolò Antonelli, asaltando la primera posición de la clasificación general en el Gran Premio de Argentina, cuando en el Autódromo Internacional de Termas de Río Hondo Binder se tenía que conformar con ser tercero, al aparecer por sorpresa Khairul Idham Pawi para lograr el triunfo. Manteniendo la inercia de terceros puestos, Brad terminaría la gira de carreras por suelo americano en el Gran Premio de Las Américas con una nueva tercera posición, siendo en este caso Romano Fenati el encargado de alzar los brazos.

Después de tres resultados ilusionantes, Binder daría un hachazo al Mundial en ni más ni menos que la cuarta carrera de la temporada, cuando en el Gran Premio de España, en el siempre complicado circuito de Jerez, el piloto de KTM se hacía con la victoria, llevando veinticinco puntos a su casillero para que en el Gran Premio de Francia las buenas sensaciones continuaran en el camino de Brad, que no perdía la inercia de victorias al batir a Romano Fenati en un fabuloso duelo. Para cerrar un tríptico de carreras maravilloso, Binder también sería capaz de hacerse con la victoria en el Gran Premio de Italia, sumando así 75 puntos en tan solo tres carreras que le dejaban al sudafricano en primera posición destacado, la cual afianzaría en el Gran Premio de Cataluña, donde a pesar de no ser capaz de superar a Jorge Navarro, Brad terminaba sumando una segunda posición que le hacía continuar siendo el piloto más fuerte del Mundial de Moto3.

Dos malos resultados antes del parón veraniego no empeoran la espectacular temporada de Binder

El Gran Premio de Holanda marcaría un antes y un después en el campeonato, y es que sin la presencia de Jorge Navarro en la carrera, y con Enea Bastianini teniendo que retirarse, Binder vivía una cita complicada, pero aún así, terminaba duodécimo llevando un nuevo puñado de puntos a su casillero para dejar justo por debajo de los cincuenta puntos su ventaja en el Mundial, siendo esta la renta que tendría antes de hacer acto de presencia en el Gran Premio de Alemania, una cita en la que tan solo podía ser octavo el sudafricano, cediendo terreno con respecto a Navarro para mantener una imponente renta a la llegada del parón veraniego, con poco trabajo que realizar por delante en las vacaciones. Después de cuatro semanas, en las que Brad aprovechó para descansar y entrenar de cara a la segunda parte del Mundial, Binder llegaba al Gran Premio de Austria en las mismas condiciones que sus rivales, sin conocer el circuito al ser la primera carrera de la historia de Moto3, y llevándose una segunda posición por detrás de Joan Mir.

La lluvia pondría a prueba en el Gran Premio de la República Checa a Binder, que se iba al suelo cediendo pocos puntos con respecto a sus principales rivales en la lucha por el Mundial, pero como buen piloto, el sudafricano no se vendría abajo, regresando a la senda de los buenos resultados en el Gran Premio de Gran Bretaña, donde Brad lograba hacerse con la victoria para empezar a soñar con llevarse el Mundial, algo que acrecentaría aún más en el Gran Premio de San Marino, donde también subía al cajón más alto del podio, sumando cincuenta puntos en dos carreras consecutivas que ponían a Binder a un paso del título. La primera oportunidad de conquistar el Mundial le llegaría a Brad Binder en el Gran Premio de Aragón, cuando en el circuito de Motorland a pesar de ser segundo por detrás de Jorge Navarro, el sudafricano conquistaba el Mundial con la friolera de cuatro carreras por delante, o lo que es lo mismo cien puntos por repartirse que no le hacían falta a Binder.

Con el cetro mundial en el bolsillo, la tranquilidad le llegaba a Binder, que tan solo tenía que poner el broche de oro a una espectacular temporada, comenzando la gira asiática con buen pie, al concluir el Gran Premio de Japón en segunda posición, por detrás de Enea Bastianini para asaltar la primera posición en el Gran Premio de Australia, sumando la sexta posición del curso el sudafricano, que no conseguiría redondear la campaña al verse obligado a terminar antes de tiempo el Gran Premio de Malasia con una caída. La época de Brad en Moto3 pondría su punto final en el Gran Premio de Valencia, cuando en el circuito de Cheste Binder conseguía obtener una nueva victoria que le permite disfrutar de las vacaciones, pensando con ilusión en dar el salto al Mundial de Moto2, donde de la mano de KTM tendrá ante sí la oportunidad de seguir rindiendo a gran nivel como ha demostrado que puede hacerlo esta temporada.