Tras dos duros y largos años de adaptación a los nuevos motores V6, la temporada pasada fue, para la marca del rombo, un soplo de aire fresco, un oasis en medio de un desierto de malos resultados y problemas de fiabilidad. Fueron sus motores, aupados en las traseras de los monoplazas de Red Bull, los únicos capaces de romper el monopolio imperante de Mercedes, llevándose las únicas dos carreras del año que no tuvieron un piloto de Brackley en el cajón más alto del podio. La mejora del rendimiento era clara.

Sin embargo, en Viry-Chatillon, sede motorista de la escudería francesa, no se conforman con un par de victorias al año. Tras reconocer que a la unidad empleada en las tres pasadas temporadas no le quedaba más desarrollo que ofrecer, este invierno los franceses se pusieron manos a la obra para renovar de manera radical su motor.

El propio Cyril Abiteboul, director general de la escudería Renault afirmaba hoy que la reestructuración era extrema: desde el propio diseño del motor de combustión hasta el desarrollo de un sistema ERS de segunda generación. Toda la configuración del propulsor se ha modificado para ofrecer un mejor rendimiento, tanto en términos de entrega de potencia como en la capacidad para recuperar energía a lo largo de la vuelta. Los del rombo han querido revolucionar radicalmente su concepto de unidad de potencia, y, con ello, mantener la línea de rendimiento ascendente, manteniendo, eso sí, a Mercedes en el objetivo.

Foto: Sutton
Foto: Sutton

Abiteboul ha señalado, asimismo, que pieza clave en esta mejora del propulsor es la colaboración que, desde hace años, mantienen con la marca Infiniti. Socios tecnológicos, tanto los unos como los otros comparten información y técnicas, y trabajan en conjunto para mejorar al unísono. El director general de Renault ha apuntado que espera que esta relación dure muchos años, pues ve a Infiniti como uno de los pilares básicos de la mejora de la escudería.

Por último, Abiteboul ha señalado que ve con optimismo los datos ofrecidos por la unidad de potencia francesa, en consonancia con lo que declaraba ayer mismo el director técnico de Red Bull, Adrian Newey. Parece que las sensaciones en la escudería francesa son buenas, en lo relativo al motor, al menos. Y aunque habrá que esperar hasta los primeros test de pretemporada en Barcelona para comprobar si esto es así, de momento, reina el entusiasmo en Francia.

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