La nueva reglamentación del Mundial de Superbikes de cara a 2017, en general, no ha caído demasiado bien entre los pilotos. Los extraños cambios de posición de cara a las segundas carreras –los tres primeros en la Race 1 pasan a la tercera fila y viceversa– prometen dar espectáculo, como ya lo hicieron el pasado fin de semana en Australia. Jonathan Rea y Chaz Davies supieron afrontar la desventaja con la que partieron en parrilla para llegar a la última vuelta disputándose la victoria, la cual caería del lado del piloto de Kawasaki. El tercero en discordia, Tom Sykes, no abandonó Phillip Island con la misma sonrisa que sus compatriotas. 

Partiendo desde la séptima posición debido a la tercera plaza cosechada en la primera carrera, a Sykes se le juntaron varios contratiempos que no le permitieron pasar de la sexta posición en la carrera dominical. En primer lugar, el trazado australiano no se adapta al peculiar estilo de conducción del piloto de Kawasaki. Acostumbrado a apurar hasta el límite sus frenadas y realizar un paso por curva limitado con el objetivo de abrir gas cuanto antes mejor, los largos y rápidos virajes de Phillip Island no encajan en el modo de conducción del que fuera campeón del certamen en 2013. 

Foto: Kawasaki Racing Team

Más allá de las características del trazado, el segundo gran handicap que lastró a Sykes en Australia fue un viejo problema que lleva arrastrando desde hace temporadas. Acostumbrado a estar casi siempre en cabeza o cerca de los líderes, el piloto de Kawasaki se vio envuelto en una feroz batalla en la zona media de la tabla durante los primeros giros de la segunda carrera. Mientras Jonathan Rea, Chaz Davies y Marco Melandri tardaban poco en auparse a las primeras plazas, Sykes tardó mucho tiempo en dar cuenta de pilotos más lentos, como Eugene Laverty o Michael Van der Mark, entre otros. Ese terreno perdido, a pesar de tirar de garra y de esfuerzo, le fue imposible de recuperar en el resto de la carrera, con lo cual, su resultado final fue una discreta sexta posición que ya le hace empezar el Mundial con 24 puntos de desventaja respecto a su compañero de equipo. 

Las primeras vueltas, una quimera

A lo largo de su trayectoria, Tom Sykes se ha caracterizado por ser un piloto tremendamente rápido a una vuelta, capaz de sacar el máximo partido al neumático de clasificación. Eso, precisamente, le ha permitido camuflar algunas otras carencias. Partiendo desde las primeras posiciones, tiene un estilo claramente definido para afrontar las carreras: tirar lo máximo en las primeras vueltas e intentar vivir de la renta cuando los neumáticos bajan su rendimiento y, de paso, evitar contratiempos y peleas en los primeros giros. Con esa fórmula, Sykes ha sido un fijo en el Top-3 del Mundial en las últimas temporadas. 

En 2017, con el cambio en el orden de la parrilla entre carreras, Sykes se encuentra con un dilema, y es que, como mejor clasificado quede en la primera cita del fin de semana, peor se le puede dar la segunda debido al retraso que sufre en parrilla. El británico nunca ha destacado por ser un piloto especialmente ágil dando cuenta de los rivales en pista, lo cual, con esta nueva norma, es una desventaja importante. La única forma de encontrar la fórmula para solventar este inconveniente es, sin duda, mejorar el trabajo con depósito lleno y con gomas nuevas, no tanto en cuanto a ritmo, sino en comodidad y agilidad. Solo así, podrá seguir la estela de Rea y Davies, que ya demostraron que están un paso por encima de él en ese aspecto. Por esa fase de las carreras pueden pasar gran parte de las opciones de Sykes en el Mundial. 

Foto: Kawasaki Racing Team

A su favor, los próximos circuitos del Calendario pueden favorecer su adaptación al nuevo modelo de carrera. Buriram y Motorland Aragón, ambos circuitos con fuertes frenadas y aceleraciones, encajan mejor en el estilo de conducción de Sykes. Puede que lo acontecido en Phillip Island sea producto de un conjunto de malos infortunios, pero lo que sí quedó claro es que, si quiere aspirar a destronar a su compañero de filas, Tom Sykes tendrá que mejorar, y mucho, su nivel en las carreras dominicales

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