A cualquier deportista que supera la treintena siempre se le achaca lo mismo: a mayor edad, el rendimiento cae en picado. Sin embargo, no se da lo mismo en el caso de los mejores pilotos de automovilismo, que lidian con la enorme dificultad de mantener o incluso seguir mejorando su nivel competitivo. Y en este contexto podemos (o incluso debemos) incluir a Lewis Hamilton.

Hoy día 7 de enero el británico cumple 33 años, y lo hace en el momento álgido de su trayectoria como piloto del deporte rey de las cuatro ruedas. Campeón del mundo por cuarta vez, ha superado todos los registros posibles en este 2017 y todavía tiene talento y capacidad para batir más récords con tal de ser el piloto más laureado de la historia de la Fórmula 1. Stevenage, una pequeña localidad del Reino Unido, es el lugar de origen del tetracampeón. A los ocho años comenzó a correr en karts, pero no lograría su primer trofeo en dicha disciplina hasta los diez. En ese momento, se cruzó con él el que sería la figura trascendental en su carrera y sin la cual hubiese sido imposible que hubiese llegado a donde está, y no es otra que el hombre que le catapultó a la élite, Ron Dennis.

Ron Dennis, el artífice de una leyenda

En 1999 con Dennis comenzó a formar parte del programa de karting de McLaren, siendo el campeóneuropeo más joven de karts en el año 2000. En el periodo previo a su llegada a la Fórmula 1, pasó por tres competiciones: Fórmula Renault, Fórmula 3 Euroseries y GP2 Series. En la primera terminó quinto en el año 2001 y en 2002 se pasó a la Fórmula Renault británica, en la que fue campeón en 2003 con el equipo Manor Motorsport. Para la misma escudería competiría en la exigente Fórmula 3, la antigua Fórmula 3 y actual GP3, en la que fue quinto en 2004 y campeón en 2005. El año 2006 fue el año del salto de la GP2 a la élite. En esa temporada, Hamilton sustituyó al que luego fue su archienemigo y compañero de box en Mercedes, Nico Rosberg, en el equipo ART Grand Prix, escudería con la que fue campeón en el mes de septiembre

Si el 2006 fue el año del salto, el 2007 fue el de la confirmación de un piloto que apuntaba a maneras. Hamilton no fue campeón del mundo con McLaren en su primer año, pero dejó muy buenas sensaciones en cuanto a su rendimiento en pista y los números. Segundo en el mundial, acabó por delante del que fue su compañero, Fernando Alonso, bicampeón del mundo rival con el que mantuvo una lucha tensa hasta el último momento de la temporada. En su segundo año se proclamó el campeón del mundo más joven de la historia, quitandole el récord al propio Alonso. Desde entonces, y hasta su llegada a Mercedes, atravesó una sequía de títulos mundiales y de victorias considerable a medida que el rendimiento de McLaren iba en picado, dado por el nivel de un motor Mercedes que cada año daba menos potencia.

"Su rendimiento en 2017 fue increíble y le sobra motivación. Nunca se sabe que ocurrirá, pero Lewis ve que los siete títulos de Schumacher están a su alcance"

También su primer año con Mercedes fue demasiado complicado, aunque a partir del segundo año, y exceptuando el año en que Rosberg fue campeón (2016), el británico ha escrito páginas doradas con tres coronas más (2014, 2015 y 2017). En este último año, ha superado a Ayrton Senna como piloto con más títulos mundiales y ha igualado a pilotos como Alain Prost o Sebastian Vettel. Todo ello gracias a que cada año ha mejorado mucho su modo de pilotar, mucho más comedido, efectivo y solvente que antes, cuando conducía el coche hasta el último extremo y no daba con la tecla a la hora de gestionar los neumáticos en las carreras, lo cual le hacía perder victorias y puntos que le costaban campeonatos

Ahora se plantea el reto de conseguir su quinta corona e igualar a Juan Manuel Fangio, y situarse así a dos títulos de campeón del mundo de Michael Schumacher, algo que a su juicio está demasiado lejos. No sabremos si llegará a la cifra, pero de lo que no hay duda es que queda aun mucho Lewis Hamilton para rato.