Michael Bartholemy ha trabajado con muchos pilotos y les ha asesorado de la mejor forma para sacar el máximo potencial de ellos, pero antes de hablar de Franco Morbidelli, recuerda su etapa junto con Shinya Nakano en MotoGP desde 2004 hasta 2009 -cuando Kawasaki, la marca con la que el japonés disputó el campeonato, se retiró de la categoría reina-.

Franco llegaba al 2017 sin haber ganado nunca en Moto2, pero aun así Michael confiaba plenamente en él porque le parecía un piloto diferente y que tenía algo distinto de los demás. Por ello, quiso darle una oportunidad en MotoGP con el Estrella Galicia Marc VDS, algo que más tarde demostraría merecer llegando a ganar ocho carreras hasta convertirse en campeón.

“Sabemos que con el talento no es suficiente, por tanto, debemos trabajar duro y darle un buen equipo para obtener resultados. Eso es la cosa más importante que se necesita para ser un piloto capaz de ganar, y él lo sabe. Nos toca a nosotros poner a su disposición una moto capaz de permitirle aprovechar todo su potencial, como hizo el pasado año”, declara el mánager del Estrella Galicia sobre las cualidades del piloto italiano.

La seguridad que tenía Bartholemy, le faltaba a Franco Morbidelli en el momento de su fichaje por el Estrella Galicia Marc VDS en 2016, pero pronto se dio cuenta que era su lugar idóneo cuando comenzó a trabajar con su nuevo mánager de equipo: “Cuando entré a formar parte de este equipo tuve un poco de miedo de Michael, porque sentía que tenía que demostrarle que había acertado en su elección. Por tanto, sentía una cierta presión cuando estaba con él, pero la verdad es que sólo yo me estaba cargando con ese peso porque él siempre ha sido muy amable y sólo buscaba calmarme. Siempre estaba calmado, no añadía presión por los resultados o por mi velocidad”.