Por primera vez en varios años, Ducati ha cambiado los colores del carenado, siendo así el rojo, el blanco y un nuevo añadido para estrenar en Qatar: una línea gris que los separa. La primera vez que se podrá ver este cambio en pista será la próxima semana de la mano de Casey Stoner y Michele Pirro, cuando Ducati vayan a Sepang a realizar unos test antes que todas las demás fábricas de la categoría reina.

De cara a la próxima temporada, en la fábrica de Borgo Panigale distinguimos dos perfiles: el primero, el de Andrea Dovizioso, que afronta esta temporada al punto de mira de todos al haber sido subcampeón en 2017 llevando a Márquez hasta el extremo, por lo tanto sigue teniendo posibilidades de coronarse. El segundo, el de Jorge Lorenzo, que el año pasado no pudo llegar a los objetivos planteados al principio, pero en la última parte de la temporada demostró que podría volver a ser de los ya cinco fantásticos de MotoGP.

En cuanto a los cambios y mejoras de la nueva moto, Gigi Dall’Igna (director general de Ducati Corse) ha declarado lo principal: “Después de una temporada en la que pocos circuitos nos pusieron en dificultad, ahora había que centrarse en seguir dando pasos hacia adelante. Hemos mejorado el chasis y el motor, al que hemos conseguido sacar algunos caballos más, y en la aerodinámica. Además, contamos con dos pilotos muy buenos. Dovizioso fue capaz de llevar al límite a Márquez y Lorenzo creció mucho. En su caso la victoria no llegó, pero es solo cuestión de tiempo”.

El director ejecutivo, Claudio Domenicali, también dijo unas palabras en la presentación en relación con las expectativas de este año: “Estamos listos porque tenemos a dos pilotos extraordinarios y porque hemos trabajado mucho. Dovizioso, que ha demostrado tener un talento que probablemente se subestimó. Y Lorenzo, que exhibió una gran capacidad de adaptación a un nuevo ecosistema”.