La escudería italiana afronta cambios en el departamento de aerodinámica tras la marcha de Brendan Gilhome. El monoplaza para 2018 de Toro Rosso ha pasado durante la mañana del martes 16 de enero los “crash test” de la FIA, tal y como lo ha anunciado el equipo por Twitter con mucha alegría. Tras esto, tendrán que afrontar otro problema, Brendan Gilhone, máximo responsable del departamento de aerodinámica, ha abandonado la escudería y se centran en una reestructuración.

Guilhome llegó a Faenza en 2013 procedente de Mercedes, donde fue principal aerodinamista y líder de aerodinámica del grupo BMW-Sauber en años atrás. La noticia sorprende, porque se ha sabido que el australiano ha trabajado duro, junto a James Key, director técnico de la formación, para el desarrollo del STR13, el coche de Toro Rosso para 2018, contando con la incorporación del motor Honda. Los motivos de esta marcha no se han revelado.

El sustituto de Guilhome no ha salido a la luz, pero muchos medios aseguran que Ben Mallock, subdirector del departamento hasta ahora, sea el elegido.

No es la única baja que sufre Toro Rosso. Marco Matassa, el ingeniero de pista de Carlos Sainz durante sus años en el equipo, también ha dicho adiós para incorporarse al programa de jóvenes pilotos de la Scuderia Ferrari.

El equipo celebra lo que ha sucedido en los “crash test”, pero son muchas las dudas que querrá resolver Toro Rosso. El cambio de motor Renault a Honda, los tiene motivados, pero viendo el rendimiento del motor japonés con McLaren, para los aficionados no transmite mucha confianza.

Otra de las incógnitas es su alineación de pilotos. Nadie duda de la capacidad de ambos, pero la temporada 2018 puede ser la que marque el futuro de Toro Rosso y deberán soportar la presión si el motor no rinde como se espera.

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Sobre el autor
Jaime Chico Dueñas
Coordinador de F1 VAVEL. Me podéis encontrar en @JaimeCD4