A veces, en la Fórmula 1 hay momentos que cambian el curso de la historia. La entrada de nuevos equipos, por ejemplo, es un buen momento para nuevas épocas, etapas distintas a las que se habían visto antes en la máxima categoría del automovilismo. Este ha sido el caso de Haas. La escudería norteamericana cambió las carreras de los que, en estos momentos, son sus dos pilotos, especialmente la del francés Romain Grosjean. Desde su salida de Renault, donde estuvo a su mejor nivel, acompañado por Fernando Alonso, entre otros, ofreció sus mejores resultados dentro de la categoría reina del deporte del motor. Haas salvó su carrera y le permitió mantenerse dentro del mundo de la competición en una de las etapas más complicadas de su trayectoria, eso sí, con expectativas altas puestas en el rendimiento de Grosjean.

Temporada de lo más complicada

Con la esperanza de mejorar el resultado de la pasada temporada. Así se presentó Grosjean en Melbourne, que, sin embargo no fue el mejor inicio para él, ya que abandonó la carrera. Un undécimo puesto en China dio paso a los primeros puntos de la temporada para el corredor de Haas, octavo en el Gran Premio de Bahrein, que se complementó con otro abandono, en el circuito de Sochi. Después, encadenó una de sus mejores rachas de la campaña con tres carreras consecutivas puntuando (dos décimos en España y Canadá, mientras que en Mónaco cosechó un meritorio octavo puesto). En Bakú, no se aprovechó de la loca carrera y fue decimotercero, mientras que en Austria cosechó su mejor resultado de la temporada para Haas, con una excelente sexta posición.

En Gran Bretaña fue 13º y en Hungría se retiró dando fin a la primera parte de la temporada. Tras las vacaciones, Grosjean sumó más puntos, con una séptima plaza en el circuito de Spa, en Bélgica. Sin embargo, en Monza, Italia, el francés fue decimoquinto, mientras que inició la gira asiática con una novena plaza en Singapur. Asímismo, su novena plaza en Suzuka fue su último Gran Premio de la temporada en los puntos, ya que en el resto de carreras no fue capaz de puntuar, cerrando la temporada de la forma más decepcionante para el equipo Haas, que sin embargo, siguió confiando en él para esta temporada, renovándole el contrato.

Fuente: LAT Images
Fuente: LAT Images

Magnussen, igualdad máxima

Después de la mediocre segunda parte de la temporada, Haas tiene el deber de ponerse las pilas tras el invierno para llegar a la temporada en las mejores garantías posibles para mejorar y dar un paso adelante en una de las temporadas más apasionantes de los últimos tiempos. Y eso influye dentro de los muros del equipo estadounidense, cuya lucha entre el danés Kevin Magnussen y Grosjean será uno de los platos fuertes de la zona media de la parrilla. Los dos compañeros de equipo serán los máximos rivales hasta que desde Haas vayan mejorando, y las demás escuderías se vayan dando cuenta de que tienen a un potente rival que les viene por detrás y que es capaz de superarles y dejarles contra las cuerdas, algo que esperan desde el equipo liderado por Gene Haas.

Cuando se pongan las pilas y den el paso adelante que todos, empezando por los miembros de su equipo esperan, tendrán una dura competencia para acceder a los mejores puestos de la clasificación, y no solo en la zona de puntos. Hay una gran competencia entre la que destacan Renault o Force India. Estos dos equipos han mejorado de forma exponencial, hasta el punto que Sergio Pérez o Esteban Ocon, en el caso de la escuadra británica, y Carlos Sainz o Nico Hulkenberg, en el ejemplo de la marca del rombo, se han transformado en pilotos potentes y con un talento arrollador, sumado a la constancia y la regularidad necesarias para triunfar en un mundo competitivo dentro del Gran Circo. Haas necesita que sus dos corredores den un paso al frente y sean los mejores posibles para alcanzar metas más altas dentro de la parrilla.

Elegancia y esfuerzo, las claves

En el caso de Grosjean, la velocidad no es un factor tan importante como el que ser un piloto completo. La elegancia a la hora de mantener un monoplaza en la pista es una razón, y a la vez una cualidad de lo más importante en todo corredor de Fórmula 1. La máxima categoría del automovilismo necesita pilotos que sean capaces de darlo todo para ganar, pero que tengan un cierto estilo a la hora de conducir, como hace Romain Grosjean. El piloto de Haas tiene el control del coche a la hora de saltar al asfalto, que se convierte en una jungla cuando todos los pilotos, con sus respectivos monoplazas, coinciden en una carrera, en la que puede pasar absolutamente de todo, y eso es algo de lo más peligroso para alguien con un estilo tan definido como es el caso del corredor galo.

El esfuerzo también es una de las características más reconocibles de Grosjean cuando se pone a los mandos de un Fórmula 1, especialmente en el de Haas. El francés siempre ha sido alabado por su capacidad de sacrificio, y especialmente el esfuerzo que siempre ha tenido en él y, especialmente la fe que muestra cada vez que se pone a los mandos de su monoplaza, un caballo difícil de domar, pero que Grosjean ha demostrado día tras día que es capaz de mantener el control del mismo a la hora de correr, que es lo que quiere todo piloto: correr como si no hubiera un mañana. Esa ansia por la velocidad también existe en Grosjean, que se ha mantenido durante más de una década en la Fórmula 1, y eso es por algo, no por vivir del aire, como se ha encargado el galo de demostrar una y otra vez, cerrando la boca a sus detractores.

Superioridad infinita

En cuanto a la rivalidad entre compañeros de equipo, no ha habido color en los muros del equipo Haas. Dos de los corredores más experimentados, el danés Kevin Magnussen y Grosjean han tenido claras diferencias a lo largo de la temporada en la que el equipo norteamericano se quedó a medias de dar un paso adelante en la parrilla. El ex de Renault estuvo muy por encima del antiguo corredor de McLaren, que copó más titulares que su compañero, pero por motivos menos buenos que por los que debería. La principal razón, la cantidad de problemas que ha tenido Magnussen con el resto de corredores de la parrilla, con los que ha tenido diferencias de lo más pronunciadas, llegando a tener algo más que palabras con algunos de ellos, protagonizando momentos de lo más desagradables después de terminar las carreras.

Necesidad de un cambio positivo

En resumen, esta debe ser la temporada del cambio para Romain Grosjean. El piloto francés tiene la gran posibilidad de mejorar enormemente a los mandos de un coche con grandes posibilidades, como es el Haas. Tiene todos los recursos posibles, tanto técnicos como humanos, y es una gran oportunidad, se diría que la mejor para seguir progresando y dar un impulso tremendo a su carrera, que cada vez se está volviendo necesario para un corredor que ya es uno de los más veteranos de la parrilla. Por tanto, Grosjean está ante el año más duro de su carrera hasta la fecha, y es por eso que el ex de Renault y Lotus tiene que dar un gran paso al frente a la hora de competir cara a cara con los grandes pilotos de toda la parrilla de salida de la Fórmula 1.