Rins y Suzuki, lo que pudo ser y no fue

El piloto catalán comenzó su primera temporada en MotoGP con todas las expectativas por delante y muchas ganar de comenzar el camino hacia su sueño, llegar a ser campeón de la categoría máxima, pero su año de novato no resultó ser ni lo que parecía, ni lo que él mismo y el Suzuki ECStar deseaban...

La despedida de Moto2

Álex Rins se despidió de su etapa en la categoría intermedia en en Gran Premio de Valencia de 2016, lo hizo con el bronce, el tercer puesto en la general, sin poder ganar el Mundial. Una espinita clavada, pero decidió dar el gran salto al que todo piloto de motociclismo aspira: la categoría reina. 

El catalán llegó al Mundial en Moto3 allá por 2012 y, en 2014, pasó a Moto2, sumando así dos subcampeonatos en cada una de las categorías: 

-2012: 5º en el Campeonato del Mundo de Moto3. 

-2013: 2º en el Campeonato del Mundo de Moto3.  

-2014: 3º en el Campeonato del Mundo de Moto3. 
-2015: 2º en el Campeonato del Mundo de Moto2.  

-2016: 3º en el Campeonato del Mundo de Moto2. 

El aterrizaje en MotoGP

La firma de Hamamatsu fue la elegida por el joven piloto para su estreno en la categoría. Compartiría box con Andrea Iannone y ocuparía el lugar que Maverick dejaba libre tras su marcha a Yamaha. 

Durante sus primeras tomas de contacto con la GSR-RR, pudo realizar el test en el Ricardo Tormo, Valencia, pero una caída durante el segundo día de pruebas le impidió seguir practicando sobre la máquina y se lesionó las vértebras T-8 y T-12. Después viajó a Phillip Island, Australia, y a Sepang, Malasia. Su mejor resultado fue en Australia, haciéndose con la 6ª mejor posición durante el tercer día de test, con un crono de 1:29.103.

Tras los test pretemporada 2017, y la adaptación tanto de Rins a la Suzuki como a la propia evolución de la misma, llegó el día del estreno, 18 carreras por delante en las que pelear por hacerse un hueco entre los pilotos y marcas punteras. Pero Rins solo pudo competir en trece debido a alguna caída y a la peor lesión que sufrió durante la temporada, de las cuales dos no las pudo finalizar. 

Comenzó la temporada en Catar dentro del top 10, en 9ª posición, pero en el segundo GP, en Argentina, se truncó la buena racha. Durante los primeros libres se quejaba de dolor en el tobillo, debido a una lesión en el astrágalo del pie derecho mientras practicaba motocross semanas antes, y lo tuvo todo el fin de semana "dando la lata". Logró remontar desde la 23ª posición hasta la 14ª, pero una caída le provocó más dolor y no pudo finalizar la jornada. 

Llegó mermado al GP de Las Américas, y allí, en el trazado de Austin, sufrió otra caída durante los terceros entrenamientos libres, esta vez más compleja, en la que se fracturó cúbito y radio del antebrazo izquierdo con varios fragmentos desplazados, lesiones que le llevarían a pasar por quirófano y perderse las carreras de Austin, Jerez, Le Mans, Mugello y Cataluña. 

Regresó en el Gran Premio de Holanda, tras mes y medio de baja, arrastrando una lesión en la muñeca izquierda. Durante esa carrera y la siguiente, en Alemania, sufrió la rehabilitación y readaptación y no pasó de la 15ª posición, pero en las posteriores y sobre todo durante la gira asiática evolucionó de manera muy progresiva, y llegó a rozar el podio en la última carrera en Valencia, desde la 4ª posición. Cerró así su año de rookie en 16ª posición en la general, con un total de 59 puntos. 

Nueva temporada, nuevas metas 

Durante la presentación del Team Suzuki ECStar de cara a la temporada 2018 Rins destacó sus deseos “El objetivo es, junto con Andrea, mejorar la moto lo máximo posible y ser lo más competitivos posible, que en esta categoría es difícil”.

Tras la "mala pata" con la que compitió el año pasado y ya recuperado de las lesiones, se muestra más fuerte y más cómodo con la Suzuki. "Creo que esta vez llego en una mejor forma que el año pasado, y terminé la temporada pasada con una muy buena sensación en la moto. En cualquier caso, quiero seguir aprendiendo. Nuestra idea es ganar más kilómetros con el nuevo GSX-RR, seguir mejorando mi ritmo en una moto de MotoGP", concluía. 

Todas las ganas y ambición por seguir sumando del catalán se vieron truncadas, de nuevo, en la primera carrera del año, en Catar. Partía desde la sexta posición, cerrando la segunda fila en parrilla, un gran resultado para salir en carrera y poder estar en cabeza. Rodaba séptimo, a falta de diez vueltas para el final de la jornada, pero una caída puso el sabor amargo de la primera ronda del año. 

Sin duda, 2018 parece que será mejor que el curso pasado, aparte de la grave lesión que sufrió, ha demostrado en pretemporada estar mucho más fuerte y seguro, y se ve con potencial suficiente para estar delante e incluso volver a subir a Suzuki al cajón de podio.