Mark Hughes y Giorgio Piola han hablado para los medios oficiales de la Formula 1 sobre un tema muy interesante. Y es que no es inusual ver a James Allison o Adrian Newey echando un vistazo a los diseños de coches de los equipos más pequeños cuando se reúnen en la parrilla o en el área del parque cerrado. Porque, aunque los equipos grandes inevitablemente encuentran la interpretación más efectiva de las regulaciones en general, a menudo un equipo pequeño puede llegar a innovaciones detalladas que simplemente no se habían pensado en los otros equipos y que luego se copian e integran en los coches de equipos más grandes.
Un buen ejemplo de este proceso en acción se puede ver mirando las salidas de enfriamiento con rejilla introducidas alrededor de la cabina por Williams en 2016, un recurso aerodinámico que ya lo hemos visto aplicado, por ejemplo en Mercedes en 2017, que cogieron esa idea y la adaptaron a su coche. Pero no solo copiaron si no que refinaron aún más la idea al elevar toda la sección que contiene las branquias horizontales, para mejorar el efecto de reducir el levantamiento aerodinámico que tiende a ser inducido por esa parte de la carrocería.
Este mismo elemento ha sido refinado aún mas este año, ya que con la incursión del Halo, el flujo del aire ha sido modificado lo que ha sustituido las dos entradas de aire gemelas por una sola, pero más grande que las anteriores
Pero también se puede dar el caso de que dos equipos coincidan en el desarrollo de una idea y que, como Mercedes en 2017, que introdujo una novedosa suspensión en la que la horquilla superior recogía desde una extensión al cubo de la rueda, permitiendo que la horquilla se montara mucho más arriba, mejorando el flujo de aire para la radiadores.
Cuál fue la sorpresa de la escudería alemana, que se encontró con que en Toro Rosso habían desarrollado la misma idea en la suspensión de su STR12.
