“Hay tres puntos que precisan mejoras. Pero si lo llevan a cabo lo tienen que hacer bien. Hace años ya nos quejamos y realizaron algunos trabajos, pero no lo hicieron bien. Tienen que centrarse en las zonas en las que las imperfecciones son más profundas”, fueron las palabras de Valentino Rossi la pasada temporada.

A su vez, Dani Pedrosa argumentaba que “en la recta de atrás es difícil mantener el control de la moto y vas a 300 kilómetros por hora con el gas a fondo. Es importante que hagan algo porque si la cosa va a peor se hará muy difícil correr”.

Estas quejas han sido escuchadas y, de cara al Gran Premio de Estados Unidos, la maquinaria se ha puesto en marcha. La pasada temporada se pudo comprobar cómo la gran cantidad de baches que había en algunas zonas del trazado limitaban el pilotaje de los pilotos. Muchos de los pilotos argumentaron que todo venía dado por la Fórmula 1: con la potencia de los monoplazas, se arruga el asfalto y se desarrollan baches que complican el correcto pilotaje de los pilotos.

Así, de cara al próximo 22 de abril -fecha en la que se celebra el Gran Premio de Austin-, se están minimizando estas imperfecciones que desarrolla la pista. En una primera instancia, las labores se están centrando en los dos primeros sectores. Próximamente, se espera que las obras comiencen en el tercer sector que fue tan criticado por Dani Pedrosa la pasada temporada.

La solución es rápida y poco costosa: utilizar camiones de rodillo para aplanar el irregular asfalto que dejan los monoplazas de Fórmula 1 y que hicieron sufrir a los pilotos la pasada temporada. Con ello, se intentará que el asfalto del trazado del único circuito de América sea el correcto de cara al Gran Premio que se celebrará a finales del próximo mes de abril.