El equipo británico no ha tenido el inicio de temporada que esperaban conseguir desde que se iniciaran su andadura con Mercedes como distribuidor, cuando empezaron un proyecto con el que esperaban llegar a ser el equipo que fueron en la década de los 90. Pero, a pesar de que desde 2014 los resultados fueron buenos, el año pasado el equipo decayó y, esta temporada, no parece remontar el vuelo.

Con dos pilotos prácticamente inexpertos en la máxima categoría del automovilismo, los de Grove están en tierra de nadie y han pasado de luchar por los puntos a quedar olvidados en plena carrera, como pasó en Australia, donde parecía que estaban perdidos por el circuito de Albert Park.

Australia: un fin de semana para el olvido

El fin de semana para Williams en el circuito de Melbourne no fue nada positivo de principio a fin. Tanto Sirotkin como Stroll tuvieron problemas en la clasificación y en carrera, sobre todo el ruso, que apenas pudo rodar, y el canadiense acabó enfadado y molesto por el funcionamiento que ha tenido el monoplaza.

Lance Stroll pudo clasificar para la Q2 y acabar la ronda clasificatoria en decimocuarta posición, justo delante de Esteban Ocon. Sin embargo, su compañero y debutante en la categoría, el ruso Sergey Sirotkin, acabó la clasificación en penúltima plaza. Los problemas y el poco ritmo que presentaron en los test con unos resultados pobres, se hicieron realidad cuando pisaron terreno australiano.

LANCE STROLL

El piloto canadiense empezó su segunda temporada en la Fórmula 1, esta vez siendo el primer piloto del equipo y, a pesar de su juventud, el piloto más experimentado de los dos de Williams. Muchas miradas están puestas en él que, aunque el año pasado consiguiera en podio en la carrera loca del Gran Premio de Bakú, Azerbayán, el rendimiento y el trabajo no fue el esperado. Acabó la carrera en el puesto que empezó [14º], penúltimo de los que acabaron.

Para la carrera de Baréin, en principio el equipo Williams tiene un motor mejor que el de los rivales, y el Circuito Internacional de Baréin es un trazado preparado para que la velocidad punta brille en su excelencia, debido a las tres grandes rectas que dibuja el circuito del desierto, por eso debe intentar arriesgar y obtener resultados.

Lance Stroll en el GP de Australia | Foto:  Getty Images AsiaPac
Lance Stroll en el GP de Australia | Foto: Getty Images AsiaPac

SERGEY SIROTKIN

El ruso y novato de Williams, Sergey Sirotkin, llegó a Australia con la incertidumbre de cómo se desenvolvería en las 58 vueltas de Albert Park, pero apenas pudo rodar, ya que solo pudo dar cuatro vueltas. El ruso se retiró por problemas en los frenos, por lo que el debut en Australia fue para olvidar.

Para Baréin llega con las pilas cargadas y como si fuera un nuevo debut y una  nueva oportunidad de, si el coche se lo permite, poder dar guerra y colocarse en una posición más favorable, al menos acabar la carrera, y así tener la oportunidad de demostrar el porqué de su llegada a la Fórmula 1, y no redimirse solo al poder adquisitivo.

Sergey Sirotkin en el GP de Australia | Foto: Getty Images AsiaPac
Sergey Sirotkin en el GP de Australia | Foto: Getty Images AsiaPac

Expectativas pobres para Baréin

Mucho miedo debe rondar por la cabeza de los ingenieros y directores de Williams que han visto como su proyecto ha fracasado [al menos en este inicio de temporada]. Han pasado de ser el cuarto mejor equipo a luchar y celebrar una clasificación a la Q2, y el potencial de la escudería debería hacer eso de forma más holgada.

El temor de ver cómo fueron las cosas en el Gran Premio de Australia hace que las expectativas para Baréin sean mejorar [algo que no es muy difícil] el rendimiento obtenido en el continente de Oceanía. Los puntos ahora mismo están lejanos, pero el motor Mercedes sigue dentro por debajo de la carrocería de Martini, por lo que todo puede pasar. Sin embargo, pocos son los que confían en que este equipo pueda salir adelante y llegar a donde habían esperado llegar.