Maverick Viñales pasó un fin de semana difícil en Qatar además de la pretemporada, y es que no lograba encontrar esas sensaciones positivas que le permitían poder ser él mismo sobre su M1. A pesar de no ir directamente a la Q2 y tener que pasar por la Q1 para pelear por la pole -cosa que logró junto con Jack Miller-, el catalán consolidó una duodécima posición de cara a la primera carrera del mundial 2018.

Durante la carrera pudo desenvolverse más concretamente en los últimos momentos, en los que considera "haber sido el Maverick de antes". Por ello, el de Yamaha fue superando pilotos hasta llegar a la sexta plaza en la que cruzó bandera a cuadros, llevándose los primeros 10 puntos de la temporada.

Encarando ya el Gran Premio de Argentina, este circuito de Termas de Río Hondo le trae buenos recuerdos ya que el año pasado consiguió su segunda victoria con la fábrica japonesa y además justo por delante de su compañero Valentino Rossi. Aun así, todavía hay dudas en el garaje del #25: "Parece que en Qatar encontramos la dirección buena y tenemos que seguir buscando mi puesta a punto con la que me siento cómodo. La duda es si hemos encontrado definitivamente la base de puesta a punto y hay que encontrarla como hicimos en Losail", citó el de Roses.

No obstante, Viñales todavía no quiere bajar la guardia, porque a pesar de que Yamaha "está trabajando en la electrónica y está contento con su trabajo, su moto está todavía un paso por detrás" y "confía en que el nuevo asfalto facilite las cosas".