El piloto de Ducati ha tenido un fin de semana un tanto complicado con su montura llegando incluso al límite de quedar último en un entrenamiento, el segundo del viernes, dejando ver que no todo iba como tenía que ir. Asimismo, ni siquiera pasó directamente a la Q2 obligado a pasar por la Q1 en la que pudo hacer un buen registro y luchar por la pole, que finalmente fue para Jack Miller y el italiano quedó en octava posición.

Durante la carrera estuvo luchando con Maverick Viñales y Valentino Rossi, dos pilotos importantes de la categoría reina y difíciles de pasar, más aún en las condiciones en las que la pista se encontraba. Finalmente el #25 de Yamaha salió ganando la batalla colocándose por delante de Dovizioso, al contrario que Valentino que acabó antepenúltimo tras el incidente con Marc Márquez, cosa de la que Andrea no quiso declarar para no avivar el fuego.

Ducati ha tenido la difícil tarea de seguir desarrollando su Desmosedici durante el invierno y aunque notaran avances, no han sido suficientes en el trazado semimojado de Argentina. “Confirmamos nuestra desventaja en alguna de las pistas a las que hemos de ir. Esto no los lo podemos permitir si queremos jugarnos el campeonato, porque si no eres competitivo hay muchos pilotos que van muy fuerte y se pierden muchos puntos. Ha sido una carrera un poco anómala, pero se ha demostrado que hay muchos pilotos que pueden estar en el podio y convulsionar la batalla por el Mundial", expuso el de Italia.

De cara a Austin, en dos semanas, Dovi quiere hacerlo mejor y que tenga más suerte que en Termas, donde a pesar de haber sido el más afortunado en el mundial, su ambición le obliga a motivarse por mejores resultados. "Austin no es una pista que nos favorezca, pero espero que nos vaya mejor que Termas. A ver cómo nos encontramos la pista, porque el año pasado había muchos baches y era fastidioso para pilotar la moto", declaró el italiano.