Lewis Hamilton ha terminado cuarto en el Gran Premio de China. Su posición real era el quinto puesto, aunque se ha visto beneficiado por la sanción de diez segundos a Verstappen tras el toque con Vettel. Ha sido un fin de semana para olvidar para el piloto de Mercedes, aunque tal y como ha dicho Rosberg, su ex compañero de equipo, Hamilton siempre vuelve y ahí es cuando golpea fuerte. 

Al terminar el Gran Premio, ha asegurado que ha sido un día complicado, y ha experimentado las mismas sensaciones que en la jornada del sábado tras finalizar la clasificación. "Estaba intentando aguantar, pero mis neumáticos estaban destrozados", comenzó diciendo. Durante la carrera, le dijo a sus mecánicos por radio que deberían haber parado e igual así se hubiera podido defender y conseguir una buena posición.

Los dos pilotos de Red Bull le adelantaron sin apenas encontrar resistencia y el mal ritmo del británico era evidente. "No tenía opción de mantener a los Red Bull detrás. El sábado y el domingo han sido un desastre. No he tenido ritmo desde ayer y me he estado peleando con el coche". Aunque asegura que no es el momento de rendirse, es la tercera cita del Mundial y, aunque este circuito le ha dado cinco victorias al de Mercedes, ahora tienen una dura batalla por delante.

"Tengo que volver a mi nivel de rendimiento habitual antes de perder más puntos valiosos", continuaba diciendo. Ahora mismo, es segundo en el campeonato, por detrás de Sebastian Vettel. "Podría haber sido peor, Max me ha hecho un favor hoy", aseguró Hamilton, ya que en el toque con Vettel, el alemán perdió varias posiciones y, de no haber sido así, hubiera clasificado por delante de él. Por tanto, antes de llegar al Gran Premio de Azerbaiyán, dentro de dos semanas, deben analizar el rendimiento del Mercedes, el mal ritmo y entender el por qué de estos resultados. "Tenemos que trabajar duro y empezar la escalada hacia la cabeza", concluyó el británico.