El mallorquín sigue viviendo unas de las temporadas más complicadas de su vida. Tras clasificar en sexta posición durante la clasificación del Gran Premio de las Américas en el COTA, su mejor resultado hasta entonces, el ritmo en carrera dejó mucho que desear. Jorge Lorenzo cruzó la línea de meta en undécima posición, lejos de su compañero de equipo, Andrea Dovizioso, que terminó quinto como la mejor Ducati de la parrilla.
"Una carrera para olvidar. A una vuelta y con neumáticos blandos éramos bastante explosivos, pero el ritmo de carrera nunca lo tuve y tampoco ayudó la elección del neumático duro trasero. Tenía malas sensaciones desde el principio", explicó Lorenzo, visiblemente decepcionado y molesto con su carrera, además de las sensaciones encontradas sobre la Desmosedici 2018, con la que no está del todo cómodo.
La adaptación de Jorge Lorenzo a la moto de esta temporada también está siendo un pequeño inconveniente. Comenzó de manera positiva en los test con la Desmosedici 2018, pero parece que a resultado ser más complicada que la de la temporada pasada. "Yo creo que sí. La nueva Ducati tiene puntos positivos y negativos. Quizás para dos vueltas usando la electrónica se puede ir más rápido, pero para ritmo de carrera es una moto más física y se ha juntado todo este fin de semana para hacer un resultado tan malo", dijo.
El piloto de Ducati fue preguntado sobre si este sería su peor momento si entró a formar parte de la marca de Borgo Panigale. "Posiblemente. Decepcionado y triste. Hay que olvidar y pensar en el futuro con motivación y esperar que en Europa mejoren las cosas", confesó a la prensa tras la carrera en la que fue víctima de una acción arriesgada con Jack Miller en la primera curva, adelantamiento para la cual también tuvo palabras.
"Los pilotos de siempre. Hacen estas acciones y Dirección de Carrera solo sancionará si hay contacto o caída, tristemente. Eso es lo de menos. Hoy mi resultado ha sido muy malo, he ido muy lento", zanjó.