Kimi Räikkönen ha subido al segundo escalón del podio del Gran Premio de Azerbaiyán. El piloto de Ferrari empezaba la carrera desde la sexta posición y ha tenido contacto en la primera vuelta con Esteban Ocon, pero ha podido continuar sin dificultades. El último safety car de la carrera, la pasada de frenada de Sebastian Vettel y el pinchazo de Bottas han catapultado al finés a la segunda posición.

Räikkönen ha hablado de su incidente con Ocon nada más bajar del coche: “Tenía el interior, creo que no me ha visto. Él giró y yo estaba ahí no fue un comienzo ideal, pero he tenido situaciones peores. Ha sido un comienzo difícil. He intentado remontar, pero al final ha dado sus frutos, pero no ha sido fácil”, ha contado a David Coulthard.

El piloto de Ferrari durante el GP de Azerbaiyán. Fuente:Getty Images
El piloto de Ferrari durante el GP de Azerbaiyán. Fuente:Getty Images

Räikkönen no lo ha tenido nada fácil para llegar al podio. La carrera parecía perdida en la primera carrera, pero tenía esperanzas de que algo pasará más adelante: “En la primera vuelta tenía un ala delantera y un neumático destruidos. De vez en cuando tenía un buen feeling, pero iba alternando. Incluso antes de empezar la carrera, cuando estaba de camino a la parrilla pensé que iba a acabar en la pared. Entonces pensé que tenía que intentar ir lo más rápido posible. Viendo a los Red Bulls, como estaban yendo al principio de la carrera estaba bastante claro que algo iba a pasar”, ha explicado el piloto de Ferrari.

Después del incidente de Red Bull, la carrera cambió para Räikkönen, aunque el piloto todavía quiere más: “Después de eso todo cambió. Una vez cambié las ruedas todo volvió a sentirse bien y el resto fue rodado. Definitivamente ha sido un mejor día que ayer, pero aun así segundo no es lo que quiero, pero si miramos donde estaba al principio, lo aceptamos y miramos hacia delante. Sabemos que tenemos la velocidad, solo tenemos que ponerlo todo junto y asegurarnos de que llegue el resultado”, ha concluido el finlandés.