Tras definirse los cambios para 2021 a finales de este mes, en teoría los fabricantes ya podrán empezar a trabajar realmente en el nuevo motor. Tendrán que continuar con el desarrollo de los actuales motores hasta 2019 y 2020. 

En marzo, el jefe de Renault, Cyril Abiteboul, pidió que se congelase el desarrollo de los actuales motores para los dos próximos dos años. Esta opción aún se está discutiendo, aunque Wolff está interesado en que se lleve a cabo. 

"La principal cosa que tenemos que solucionar es que todavía estamos gastando en el desarrollo de los motores. Lo que tenemos que evitar es duplicar el gasto en los tres próximos años, continuar con el desarrollo y también hacer uno nuevo", dijo Wolff.

"Hemos renunciado a algunos aspectos. Hemos aceptado la pérdida del MGU-H. Creemos que eso es un paso atrás, pero para lograr un compromiso que beneficie el espectáculo, que se vaya el H, que las revoluciones suban, que se marche la limitación de combustible... creo que tendremos un motor más ruidoso y no nos veremos lastrados por el límite de combustible". 

El jefe de mercedes, admitió que no quieren comprometerse en todo lo negociado: "Tuve un momento en el Grupo de Estrategia, en el que necesitaba hablar con mi psicólogo de control de la ira, cuando hablamos sobre quitar todos los límites de combustible y de flujo del mismo, y dejarlo totalmente libre. Creo que no podemos cerrar nuestros ojos a lo que está pasando en el mundo. La tecnología híbrida de los sistemas de energía ha llegado a los coches de calle y necesitamos que siga en la F1, creo", sentenció.

Por último, se refirió a los fanáticos y la tecnología. "Pero igualmente hemos entendido en qué están interesados los fans. Necesitamos el mensaje tecnológico, no podemos quitarlo de la F1, pero necesita estar a un nivel en el que reconozcamos que el espectáculo es importante. Y paralizar tus sentidos con un sonido del motor es tal vez algo en lo que podemos mejorar", concluyó.