No cabe duda que el Gran Premio de los Países Bajos de este año ha sido una locura total. El fin de semana ya empezaba a ser distinto a los demás con la presencia de Maverick Viñales en lo más alto de la tabla en la jornada del viernes, por lo que parece que Yamaha está dando un gran paso adelante solventando los problemas que arrastra desde el año pasado. También sorprendió cuando estaba en juego la pole: había hasta un total de 4 pilotos metidos en 79 milésimas y 11 en un segundo de distancia. Todos estos acontecimientos prometían que la carrera del domingo sería un gran espectáculo y así fue: carrera en grupo con hasta 8 pilotos peleando por ganar en Assen.
Lo mejor: triplete español en el podio
La carrera en Assen estuvo marcada por la gran cantidad de adelantamientos que pudieron presenciarse: hubo una cifra superior a 100 en adelantamientos durante la prueba, sobre todo en el grupo de cabeza formado por ocho pilotos en los primeros términos de la carrera. En cambio, al acabar, ese grupo se redujo a seis pilotos donde el sexto (Cal Crutchlow) acabó a tan sólo 3 segundos del ganador, que fue Marc Márquez, el hombre que triunfó en Holanda desde la pole.
El de Cervera de nuevo dio una clase magistral e hizo plantear de nuevo si estamos ante uno de los mejores pilotos de la historia de MotoGP haciendo sonar, de nuevo, su nombre junto a los de leyendas como Ángel Nieto. El día de las poles hizo un crono bestial de 1'32.791 y el domingo salió decidido, tanto que cazó a Jorge Lorenzo, un hueso duro de roer, y lideró tan sólo desde vigesimosegunda vuelta intentando no caer en la red de Álex Rins y Maverick Viñales.
El de Suzuki, sin embargo, pudo subirse al segundo cajón más alto del podio, siento éste su segundo podio del año y de su vida en la categoría reina. Rins no está llevando una temporada regular, pero este resultado sin duda sabe a victoria. Es la primera carrera en la que está arriba luchando con los pilotos fuertes y es algo muy importante, tanto para el aprendizaje y la experiencia que está recogiendo Álex como para la marca japonesa, que año tras año da pasos de gigante en los avances que proporciona a sus pilotos.
Otro aspecto importante es la vuelta de Viñales al podio. El de Roses no subía al podio desde el GP de las Américas cuando fue segundo, pero de nuevo volvieron los fantasmas para Yamaha, que tiene un nivel un poco inferior a Honda y Ducati en la actualidad, por lo que tienen mucho que trabajar, pero carrera a carrera se muestran las mejoras, y Maverick lo demostró el domingo en Assen. Por fin volvía a los puestos delanteros donde le conocen todos desde que aterrizó en el equipo dirigido por Lin Jarvis el pasado año.
Lo peor: la pesadilla Dani Pedrosa y la recaída de Lorenzo
Dani Pedrosa tuvo un fin de semana difícil. El piloto español intentaba en cada sesión buscar la comodidad con los neumáticos, pero nunca la llegó a encontrar. El viernes quedó undécimo y el sábado tuvo que pasar por la Q1, que le retrasaba en parrilla hasta el decimoctavo puesto, algo que supondría una carrera dura para Dani. Y así fue, el de Sabadell estuvo en el grupo trasero y tuvo que conformarse con la decimoquinta plaza, cuyo consuelo era que al menos puntuaba.
Por otro lado, la carrera de Jorge Lorenzo fue de más a menos. Saliendo desde la cuarta línea de la parrilla, fue capaz de colocarse segundo en la primera curva después de que el semáforo se apagara, lo que demuestra el gran estado de forma tanto de él como de la Ducati. Lideró sin interrupción -pero con la presión de Márquez- el primer giro y desde el cuarto hasta el decimocuarto ya que su compañero de equipo llegó a la cabeza de carrera. Desde ahí, Lorenzo fue perdiendo ritmo hasta terminar séptimo en carrera después de haber ganado dos veces seguidas.
Lo que te perdiste: los toques de Assen
Durante la carrera fueron protagonistas los adelantamientos, limpios y no tan limpios debido a la gran presión y el alto nivel de los pilotos entre los que se repartía la victoria. El contacto más peligroso fue entre Rins y Márquez. El de Suzuki trataba de adelantar al piloto de Honda con poco espacio, lo que provocó un toque que podría haberle costado la carrera a Marc, que asombró de nuevo con una de sus tremendas salvadas cuando prácticamente estaba más bajo la moto que sobre ella.
Otro contacto que tuvo mucha expectación fue entre Rossi y Lorenzo a 195km/h. Valentino trataba de salir del rebufo de la Ducati y adelantar al piloto balear con la mala suerte coincidir y chocar contra el colín de la moto del #99. Esto podría haber supuesto un gran problema para Jorge, ya que es donde se sitúa la parte electrónica de la Ducati, pero por suerte no fue a más para ninguno de los dos.