Tras la celebración del Gran Premio de Alemania, Maverick Viñales se sitúa tercero en la clasificación del mundial por detrás de Marc Márquez y Valentino Rossi, exactamente con 109 puntos y una diferencia de 56 respecto al líder, el piloto de Cervera. A pesar de estar colocado en el top 3 de la tabla, pelear por el título estará difícil para el del Movistar Yamaha, pero el subcampeonato no está perdido.
La regularidad de Viñales
Aunque el de Roses siga sufriendo con los problemas que todavía presenta la Yamaha, sorprendentemente goza de una gran regularidad en sus resultados de esta temporada. Su mejor final ha sido segundo en Austin, un circuito dominado principalmente por Márquez, algo que impidió que pudiera alzarse con su primera victoria de la temporada.
Después de aquello ha sido tercero consecutivamente en Assen y Alemania. Sin lugar a dudas, la carrera de los Países Bajos fue una de las mejores de la historia de MotoGP y subir a los cajones de honor en esa prueba significaba todo un logro para Maverick. Similarmente fue la de Alemania, aunque no tuvo tantos adelantamientos. Viñales trató de aprovechar el hecho de partir desde segunda fila de la parrilla y así lo hizo.
En Argentina tuvo lugar su tercer mejor resultado, quinto. Fue otra de las carreras a destacar de la temporada después de que todos los pilotos tuvieran que salir desde la última línea de la parrilla excepto Jack Miller, que decidió no entrar a pit lane para cambiar sus gomas. Posteriormente, fue sexto en Qatar y Catalunya, dos carreras personalmente importantes ya que una es el inicio de una nueva campaña y otra su carrera de casa con la oportunidad de brindar al público una buena actuación.
Finalmente, en Jerez y Francia terminó en la misma situación: séptimo con los dichosos problemas en la electrónica de su Yamaha, además de las altas temperaturas que los neumáticos poco son capaces de soportar. En Mugello llegó su –hasta ahora- peor resultado del año, siendo octavo en un circuito que dominaron las Ducati aunque con el permiso de la M1 de Rossi en el tercer puesto del podio.
Asignatura pendiente: launch control
El punto débil de Maverick siempre han sido las salidas en carrera. Es el momento de máxima tensión de todo el fin de semana y requiere gran nivel de concentración para ser totalmente preciso a la que se apague el semáforo en rojo y dar el pistoletazo de salida. Para el de Yamaha es algo pendiente y un aspecto a mejorar si quiere, al menos, luchar por el subcampeonato con su compañero de equipo.
Por otro lado, la fortaleza de Viñales es la capacidad para nunca conformarse con algo y seguir en la batalla sin tirar la toalla. Desde que el piloto catalán llegó al equipo de la marca japonesa no lo ha tenido fácil, especialmente tras hacerse con las dos primeras victorias del año pasado. Sin embargo, siempre se ha mantenido al pie del cañón para desarrollar su M1 y llegar a dar con la tecla perfecta para que se adapte totalmente a su estilo de pilotaje.
Mismas sensaciones para la segunda mitad
Nada más llegar de las vacaciones, los pilotos de MotoGP pasarán por el GP de la República Checa en Brno, circuito que pudo conquistar Maverick subiendo al podio como tercer clasificado en 2017. Esto también suponía algo muy positivo para la fábrica, aunque tuvieron más alegrías como el segundo puesto en Silverstone, un trazado especial para el español, que consiguió su primera victoria en la máxima categoría en el año 2016. También fue de los mejores en Australia, tercero a tan sólo una décima de la primera Yamaha de la cita.
Otros circuitos buenos para el de Roses son Misano y Aragón. En ambas pistas fue cuarto y justo en la de Motorland quedó a poca distancia de subir al podio. En Austria quedó sexto tras un gran dominio por parte de Ducati y Honda, por aquel entonces dos marcas superiores a la de su moto, algo un poco frustrante para un piloto. Las cosas serían peores en Japón y Malasia quedándose al borde del top 10 (9º en los dos grandes premios), aunque siempre se ha demostrado que Motegi es trazado totalmente Honda y Sepang para Ducati. Tampoco pudo cerrar bien la temporada en Valencia, donde terminó duodécimo en una carrera muy inusual en la que se decidió el título de 2017.
A partir de estos datos, Maverick Viñales podrá sorprender positivamente en los primeros circuitos de la segunda parte de la actual temporada, aunque en algunos no pueda dar más de sí en parte por los puntos que todavía no tienen solución en su equipo. Principalmente habrá que prestar mucha atención a Brno, Silverstone y Australia, donde el catalán puede lucirse encima de su Yamaha.