Maverick Viñales, que llegaba al primer Gran Premio de la temporada como uno de los grandes favoritos a llevarse la victoria después de unos test de pretemporada muy prometedores, vio como todas sus esperanzas se esfumaron en el mismo momento en que el semáforo se apagó. 

Durante todo el fin de semana, el de Roses se mostró imbatible. Con la pole bajo el brazo, muchos eran los que soñaban con el retorno de Yamaha. Sin embargo, una mala salida hizo que el '12' perdiese muchas posiciones asentándose en la séptima plaza. Lo que para algunos sería un camino de rosas, se acabó convirtiendo en una lucha por llegar a las posiciones de cabeza. 

El piloto de Roses acusó la falta de aceleración de su M1, lo cual le limitó a la hora de adelantar pilotos e intentar imponer su ritmo. Al margen de las mejoras que deberá acometer Yamaha en la moto, Viñales se marca como tarea pendiente personal el tratar de mejorar en las salidas, en las cuales tiene un estilo diferente al del resto de pilotos de la marca.

"Estoy pilotando al nivel que toca, tengo que mejorar como piloto en la salida", afirma Viñales. "El resto de pilotos de Yamaha utilizan otra estrategia, otra manera de salida y creo que nos puede beneficiar. Yo salgo con el gas a tope, los demás, con el gas diferente, así que hay que terminar de ajustar la electrónica. Eso es un buen dato y a ver si podemos ser veloces."

Tanto en pretemporada como a lo largo de los entrenamientos del Gran Premio de Qatar, Viñales se centró en trabajar en su propio ritmo sin reparar en si el rodar en grupo afectaría las prestaciones de su moto. En este segundo Gran Premio, intentará mezclarse entre el resto de pilotos en los entrenamientos para ver cómo se comporta la moto.

"En Qatar pensaba que podría adelantar fácil, pero no me crucé con ningún piloto durante el fin de semana y fui por mi cuenta. Aquí intentaré mezclarme en las primeras vueltas de los libres para entender qué necesitamos mejorar. La velocidad la tenemos. La moto está funcionando bien. Hay que mejorar ciertas cosas como la aceleración. La electrónica no está al nivel de los demás, pero tenemos muchos puntos fuertes y hay que aprovecharlos. Lo que aprendimos en Qatar valdrá la pena a lo largo de año y mejor que pase ahora que a mitad de temporada", apunta.

Tras ganar aquí hace dos años, Viñales espera que este circuito marque un punto de inflexión tras un complicado 2018 en el que tampoco le fue bien en Argentina, donde finalizó quinto.

"El año pasado hicimos tantas carreras malas que cuesta cambiar el feeling. Aquí es un buen circuito para cambiar las sensaciones de las primeras vueltas. Es una pista que se adapta muy bien a mi estilo. Hay que intentar estar en primera línea, lo que nos dará más opciones. Si sale un fin de semana limpio, la posibilidad de luchar por la victoria la tenemos. Tenemos que trabajar de forma inteligente el viernes y sábado y no perdernos. Hay que estar tranquilos y cautos con el trabajo que hagamos", concluye.