Este fin de semana, el Campeonato del Mundo de Moto GP aterriza en Gran Bretaña, para disputar el Gran Premio de Silverstone. En 2018, tras ocho horas esperando a que la lluvia cesase, varios cambios de horarios y después de múltiples negociaciones, se decidió anular el Gran Premio de Gran Bretaña, ya que las altas lluvias hicieron inviable la competición. Por este motivo, tuvieron que reasfaltar de nuevo el circuito. Nos encontramos con un circuito “nuevo”, sin a penas referencias para poder prepararlo, ni tests previos para conocer el circuito, esto supone un gran reto para las escuderías y un desafío para los pilotos.

Los pilotos del Yamaha Team llegan a la doceava prueba del mundial en quinta y sexta posición de la clasificación general. Llegados al GP de Austria, Maverick superaba a Rossi por un punto, estando este en sexta posición, por detrás de su compañero. Pero, gracias a que el #46 quedó un puesto por delante de Viñales en el GP de Austria (4º y 5º), pudo arañarle dos puntos, superándole así en uno en la clasificación general.  Entre ellos, se respira rivalidad, no quieren ser superados por su compañero de equipo, quieren ser el mejor.

Valentino Rossi, el veterano y nueve veces campeón del mundo, busca intentar acercarse nuevamente al podio y confía en ser protagonista en este Gran Premio, tras acabar en cuarta posición, rozando el pódium, en Austria.  El circuito de Silverstone atrae al piloto de Tavullia que ganó en 2015 bajo la lluvia, y a su Yamaha, para que podamos ver un fin de semana positivo para el número #46. Para “Il Docttore" podría ser un Gran Premio de gran importancia, sobre todo en términos de confianza con su propia moto. Las pruebas en la República Checa han permitido dar un paso adelante en su M1 y Silverstone es realmente puntual para la ocasión.

Por otro lado, su compañero Maverick Viñales es la segunda vez que pisará Silverstone con el equipo japonés ya que, como he comentado anteriormente, el año pasado no pudo disputarse. El piloto español llega con muchas ganas de victoria, ya sabe lo que es subirse al puesto más alto del pódium y quiere volver a repetirlo. Además, la tensa rivalidad con su compañero le hace “querer más”. Comentaba en la rueda de prensa del GP de Austria que las condiciones de esa carrera no le habían dejado optar por un puesto mejor, pero, "Silverstone será otra historia", dejando entrever sus ganas de ganar, de estar en todo lo alto o, por lo menos, poder luchar por ello.

La M1 siempre se ha mostrado buena en las curvas de dicha pista, punto a favor para los pilotos del Yamaha Team, Además, no se esperan temperaturas muy altas, que también les favorece. Esto podía anunciar un fin de semana interesante para ambos.