Red Bull es una marca austriaca creada en los años 80 por Chaleo Yoovidhya y Dietrich Mateschitz cuyo principal producto son las bebidas energéticas. Desde su fundación, la marca se ha abierto a nuevos mercados y ha patrocinado multitud de eventos, especialmente de carácter deportivo.

Así, la empresa de Dietrich y Chaleo ha estado presente en competiciones deportivas  de mountain bike, skate, parkour o esquí extremo. Pero su impacto más grande ha llegado en la Fórmula 1, tras su entrada en el año 2005 con la compra del equipo Jaguar.

Durante las 15 temporadas, a expensas del comienzo de 2020, que el equipo austriaco ha competido en la F1, ha experimentado un crecimiento enorme pasando de ser un equipo debutante y que clasificaba entre la zona baja (7º, tres equipos por encima del último lugar en 2005, 2006 y 2008) y media (5º en la temporada 2007), a pasar a ser un equipo mucho más competitivo, logrando el subcampeonato en el año 2009 y los posteriores títulos entre 2010 y 2013 de la mano de Sebastian Vettel.

Un factor clave en el éxito de la marca de bebidas energéticas fue la de apostar, en un comienzo, por pilotos experimentados y pilotos jóvenes como David Coulthard y Christian Klien, a quien supliría el australiano Mark Webber. Pero la gloria llegaría al contratar a Sebastian Vettel, quien había firmado con BMW en 2006, tomando el relevo de Robert Kubica durante la prueba del Gran Premio de Estados Unidos, para finalmente acabar pilotando en Toro Rosso, que ejerce como banco de pruebas de jóvenes talentos para Red Bull.

TORO ROSSO COMO BANCO DE PRUEBAS

Es más, la formación y experiencia de pilotos en F1 por parte de Red Bull  no se entiende sin la creación de su “escudería B”, Toro Rosso, a finales del año 2005 tras la compra de Minardi. Desde la aparición de la marca italiana, esta ha servido para que sus diferentes pilotos ganaran experiencia y demostrarán su valía, a ojos de Helmut Marko, de un asiento en el “equipo mayor”. Así han estado a examen pilotos como Sebastian Vettel, Jaime Alguersuari o los casos más recientes de Daniel Ricciardo, Daniil Kyvat,  Max Verstappen, Carlos Sainz, y en esta última campaña, Pierre Gasly y Alexander Albon.

Precisamente este último, Alexander Albon, ha sido el último en dar el salto a Red Bull tras pasar por su “hermano menor”. Lo hizo a mitad de temporada, tras el parón y supliendo a Pierre Gasly, tras su corta estancia de 12 carreras. La falta de adaptación dejó un resultado por debajo del esperado, y fue la causa de que desde las oficinas decidiesen intercambiar los asientos de Albon y Gasly.

Pierre Gasly como piloto de Toro Rosso. FOTOGRAFÍA: F1.com
Pierre Gasly como piloto de Toro Rosso. FOTOGRAFÍA: F1.com

 

El cambio resultó de provecho para ambas partes. Gasly volvió a un equipo conocido y con mucha menor presión, y donde logró un meritorio segundo puesto en la locura del GP Brasil, donde ganó Max Verstappen y donde les pudo acompañar Alex Albon de no ser por un inoportuno toque de Lewis Hamilton. 

VERSTAPPEN, UN COMPAÑERO DE VIAJE DIFÍCIL 

Mientras, Albon recibió la oportunidad de pilotar en uno de los asientos más codiciados y difíciles de la parrilla, el de compañero de Verstappen. Desde que el holandés ascendió a Red Bull en la previa del Gran Premio de España en 2016, el cual ganaría tras la catarsis de Mercedes, solo Daniel Ricciardo ha podido combatir con él.

Desde Red Bull, tras la marcha de Ricciardo lo tienen claro, no quieren otro piloto capaz de disputar el título de primer piloto al neerlandés. Así mismo lo confirmó Helmut Marko a cuento de los rumores que circulaban sobre nombres de gran calibre como dos campeones del mundo como Sebastian Vettel y Fernando Alonso.

La apuesta de la marca austriaca por Verstappen como piloto número uno está más que justificada. Su llegada a la Fórmula 1 se produjo de la mano de Toro Rosso en 2015, año en el que logró un meritorio 12º puesto en el campeonato de pilotos, con 49 puntos, frente al 15º y los 18 puntos de su compañero, Carlos Sainz.

En los años venideros, aunque no superó a Daniel Ricciardo en las dos primeras temporadas (52 puntos por debajo en 2016 y 32 en 2017) sí lo logró en 2018 con una ventaja amplía (79 puntos) al igual que lo hizo frente a Pierre Gasly (ventaja de 183 puntos) y Alex Albon (ventaja de 194 puntos), así como a ambos Ferrari, que acabaron 4º y 5ª frente a la 3ª posición de Max.

Max Verstappen junto a Alexander Albon en una rueda de prensa. FOTOGRAFÍA: F1.com
Max Verstappen junto a Alexander Albon en una rueda de prensa. FOTOGRAFÍA: F1.com

 

Hasta el momento, y en estas cinco temporadas disputadas, Verstappen ha sumado ya 8 victorias, 3 pole position, 31 podios y 7 vueltas rápidas. Está llamado a ser uno de los principales rivales a batir en los próximos años.

VERSTAPPEN ES UN PILOTO MÁS HECHO

Pero más allá de los números, Verstappen ha demostrado haber madurado enormemente, de ser un piloto calificado como “agresivo” y “temperamental”, algo que Esteban Ocon conoce perfectamente, a dar paso a ser un piloto más hecho que apenas comete errores y está obteniendo los buenos resultados que se esperaban de él. Y en 2019, ha dado prueba de ello.

Todos estos éxitos han dado a Red Bull la seguridad de confiar en Verstappen como número uno para muchos años y que, a día de hoy, ocupar el asiento de compañero sea una ardua tarea. Sin embargo, ante Albon el reto parece interesante, ya que Alex ya ha dejado pistas de ser un compañero que se ha adaptado bien al salto a Red Bull y que espera competir de tú a tú a Max.

El duelo en Red Bull será otra de las múltiples razones para seguir la Fórmula 1 este año y en adelante, especialmente con las optimistas declaraciones de los altos mandos del equipo austriaco respecto al rendimiento de esta campaña.

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