Flavio Briatore nunca deja indiferente a nadie. De vida excéntrica, y siempre acompañado por su gran postín, el ex director deportivo de Renault declaró recientemente para F1-Insider: "Estoy orgulloso de haber trabajado con los dos mejores pilotos de Fórmula 1 de su generación". Señala el italiano en referencia a Fernando Alonso y a Michael Schumacher. A continuación, la historia de Flavio Briatore “a los mandos” de un heptacampeón y un bicampeón de F1

Nacido en Verzuelo (Cuneo, Italia), siempre mostró gran interés por el mundo de los negocios. Pero sin duda, uno de los días más importantes de su vida llegó en 1974, cuando conoció a Luciano Benetton. El fundador de la marca Benetton no tardó en confiar en Flavio, nombrándolo primero encargado de desarrollar la marca en Asia, y posteriormente en director de operaciones del grupo en América. 

Flavio y la Formula 1

A finales del año 1988 Flavio Briatore descubrió el circo de la Formula 1 en el circuito de Adelaida (circuito urbano, que albergó 11 veces el GP de Australia), como invitado de Luciano, quien tres años antes había comprado el equipo Toleman, al que rebautizó con el nombre de Benetton. Tan solo un año después, y comprobada la pasión que despertó en Flavio la categoría reina del automovilismo, Luciano lo nombró jefe comercial de la escudería.  

Efecto Kaiser

Años más tarde, en 1991, entra en escena Michael Schumacher. El teutón tuvo un gran debut a los mandos del Jordan 191, superando a su compañero de equipo y clasificando en séptima posición. No obstante, no pudo acabar la carrera por un problema en el embrague. A pesar del mal resultado en carrera, ese joven imberbe alemán llamó la atención de muchos de los equipos de la parrilla. Flavio Briatore se adelantó a todos, incluido a la escudería Jordan, equipo con el que había debutado el alemán, y se llevó la joven perla a Benetton. 

Apostó todo al número 32 (primer dorsal de Michael en la Formula 1) y sin lugar a duda le salió redonda la jugada. 1992 y 1993 fueron buenos años para la escudería y un preámbulo de lo que llegaría en 1994 y 1995. Schumacher y su Benetton, siempre de la mano de Briatore, se convertirían en bicampeones del mundo. Ese mismo año Schumacher abandonaría Benetton, y El Kaiser seguiría haciendo historia, pero esta vez desde Maranello, vestido de rojo y con un cavallino rampante en el pecho.

La Alonsomanía

Viajamos a continuación al año 2000, fecha en la que el equipo Renault vuelve a la Formula 1 tras la compra de Benetton que terminaba su periplo en el gran circo tras más de un década. La escudería del rombo nombró a Flavio Briatore director deportivo. Con este rol en el equipo, el italiano se fija en un joven español que viene de hacer gran temporada en la Formula 3000 (lo que hoy se conoce como la F2). Ese joven español con cara de niño era Fernando Alonso.

De este modo, Flavio volvió a confiar en el talento joven y en el 2003 declaró para Oscar Sanz en el diario El País que: "Me bastó con verle una vez para comprar su contrato en Minardi". 

Esas sensación de que estaba ante algo excepcional se ratificaron desde los comienzos de Alonso en la F1. Tras un buen primer año en la modesta escudería Minardi y una segunda temporada como probador, ya con Flavio como director general del equipo francés, le llegaría la oportunidad al español de ser la referencia junto con Jarno Trulli. 

"Bravo, Bravísimo Fernando"

Los años dorados volverían para Flavio. Entre 2005 y 2006 hizo Campeón del Mundo a Fernando Alonso a los mandos del Renault R25 y R26, además de hacer al equipo francés campeón del Mundial de Constructores. 

Sancionado de por vida en la F1

Con la vuelta de Fernando Alonso a la escudería del rombo en el 2008 todos recuperamos la sonrisa. Volvía el dueto Alonso-Briatore que tantas alegrías nos había dado. Victorias como la de Singapur o los buenos resultados en la segunda mitad de temporada hacía que 2009 fuese una temporada ilusionante. Nada más lejos de la realidad, Renault no dio con la tecla y Flavio tuvo que abandonar el equipo en septiembre del por el caso "Crashgate".

En la carrera del Gran Premio de Singapur 2008, el director italiano ordenó a Nelson Piquet Jr. que chocara su coche contra uno de los muros del trazado urbano de Marina Bay a cambio de su renovación. Gracias a ello, Fernando Alonso consiguió la victoria en dicho Gran Premio. Tras este suceso, la FIA lo sancionaría de por vida.  

A partir de este momento la estrella de Flavio se distanció del mundillo de la Formula 1, a pesar de que se le puede seguir viendo por los circuitos en algunos grandes premios, y por supuesto, sigue siendo una voz más que autorizada dentro del Paddock.