La F1 cumple 70 años en 2020. A lo largo de toda su vida ha dejado escuderías para la historia (Ferrari, McLaren, Williams…), pilotos para la historia (Alain Prost, Ayrton Senna, Michael Schumacher, Fernando Alonso, Lewis Hamilton…), circuitos que han quedado en las retinas de los aficionados (Spa-Francorchamps, Monza, Suzuka, Silverstone, Montecarlo…), pero también grandes rivalidades

Alain Prost - Ayrton Senna

Es, seguramente, la rivalidad más conocida de la historia. Prost llegó a McLaren en 1980, pero solo estuvo un año hasta que marchó a Renault. En los tres años en los que estuvo en la escudería gala, logró grandes resultados y estuvo cerca de proclamarse campeón. Finalmente, volvería a McLaren en 1984, formando pareja con Nikki Lauda. En 1985 y 1986 finalmente alzaría el título.

Por su parte, Ayrton Senna llegó a McLaren en el año 1988, año en el que luchó por el campeonato, que finalmente levantó. Así, McLaren contaba en sus asientos con tres títulos mundiales, pero también con una de las parejas más competitivas de la parrilla.

Durante la temporada 1989, Senna y Prost estuvieron luchando por el campeonato. Una disputa que llegó a su momento más tenso en el GP de Japón. La penúltima prueba del Mundial en el país asiático marchaba con Alain Prost en cabeza -también lo era del Campeonato-, y Senna, que necesitaba ganar, en segunda plaza.

Los acontecimientos se precipitaron en la vuelta 46, cuando Senna se lanzó por el interior en búsqueda de un hueco que difícilmente podía aprovechar. Prost no vio a su compañero, y ambos colisionaron. El francés se tuvo que retirar del GP, pero el brasileño pudo seguir -no sin antes cambiar el alerón delantero-, y finalmente ganar la carrera.

Sin embargo, como era de esperar, el incidente trajo consecuencias. La FIA interrogó a los afectados, y a Ron Dennis, team principal del equipo británico, y finalmente descalificó a Senna por saltarse la chicane en el reingreso a pista. Esto finalmente daría el título de campeón a Prost, que levantaba su tercer Mundial.

El gran olvidado del incidente fue Alessandro Nannini, piloto de Benetton, que finalmente ganaría el GP tras marchar tercero durante toda la carrera y aprovecharse de la situación de los McLaren.

Pero el destino es caprichoso, y sería un año después, en 1990, y en el mismo circuito, cuando se produciría un nuevo choque entre ambos. Por entonces, Prost, debido a la tensión vivida con Senna, abandonó McLaren con destino Ferrari.

Este cambio de escudería no le privó de optar por el Mundial. Así, llegó con opciones al GP de Japón de 1990, al igual que Senna. En esta ocasión, era el de McLaren quien llegaba líder del campeonato, con nueve puntos de ventaja sobre Prost. Antes del comienzo de la carrera, ya hubo polémica, por la modificación del posicionamiento del cajón de salida del 'poleman', que normalmente está situado al lado contrario de la primera curva.

Esta vez, Senna salió por el mismo lado que se encontraba la curva, lo que benefició a Prost en los primeros metros, que se colocó primero. Pero esta posición le duró poco al francés, y es que no pasó de la primera curva, tras ser embestido por su rival. Ambos pilotos abandonaron y Senna acabaría siendo campeón.

Tras ello, Prost volvería a ganar un campeonato más (1993) con el equipo Williams, mientras Senna levantaría el trofeo al año siguiente (1991) con McLaren. Pero la tragedia se cernería sobre el piloto brasileño, que fallecería en el GP de San Marino en 1994.

Fernando Alonso - Lewis Hamilton

Otra vez Mclaren. Otra vez Ron Dennis como team principal. Pero esta vez, serían Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Ambos pilotos ocuparon los asientos de McLaren en el año 2007, con consecuencias nefastas para el equipo británico.

Fernando Alonso firmó por McLaren tras ganar su primer Mundial en 2005. Sin embargo, competiría un año más con el equipo Renault, logrando así ganar su segundo campeonato, y "retirar" a Michael Schumacher. Así, en 2007, el español era presentado por McLaren en un equipo mucho más llamado a la gloria que la marca gala.

Al lado de Fernando fue presentado Lewis Hamilton, que era el vigente campeón de la GP2 de entonces -actual F2 y antesala de la F1-. Además, era la gran apuesta de Ron Dennis, y había sido su "protegido" desde que le echase el ojo con 12 años. Pero la de 2007 era su temporada debut en la F1.

De esta forma, McLaren contaba con el actual campeón del mundo, por partida doble, y con el piloto más prometedor de la parrilla. Una apuesta sobre seguro, y que pronosticaba grandes emociones a la marca de Woking. El rival a batir era Ferrari, que contaba con Kimi Raikkonen y Felipe Massa, pero sin embargo, los papeles se torcieron y pronto la batalla comenzó dentro del equipo McLaren.

El punto más álgido tuvo lugar en el GP de Hungría. Durante la sesión clasificatoria del mismo, y ya en la Q3, Alonso entró en boxes para colocar un nuevo juego de neumáticos, al igual que Hamilton. La polémica vino cuando el asturiano aguardó unos segundos en el cajón del pit-stop ralentizando la entrada, y el consecuente cambio de ruedas de su compañero.

La consecuencia de esto se vio en que el español sí pudo realizar su último intento para lograr la pole, la cual logaría, pero no así su compañero, que se quedó fuera de realizar su vuelta lanzada. La situación enfureció a un Ron Dennis que mostró su descontento ante un feliz Alonso que celebraba su primera posición para la parrilla del domingo.

Fernando Alonso saluda al público tras logar la `pole´. Ron Dennis le observa. Fuente: VAVEL.com
Fernando Alonso saluda al público tras logar la `pole´. Ron Dennis le observa. Fuente: VAVEL.com

Sin embargo, la explicación de McLaren de lo sucedido no fue esa, y alegaron que Hamilton no había hecho caso a las órdenes del equipo que permitían a Alonso dar una vuelta más. Pero a la FIA no le convencieron, y tras una declaración de los afectados -con manzana del pecado incluida-, se optó por sancionar a Fernando Alonso con cinco posiciones. Así, el piloto asturiano saldría en 6ª plaza, mientras el británico, que había clasificado en segundo lugar, ocuparía la pole.

Aquel día, Fernando Alonso comprendió lo que ya había estado sucediendo en la escudería, y la decisión de Ron Dennis de primar a su protegido sobre un bicampeón del mundo. Las siguientes carreras transcurrieron con privilegios para el británico y tensión en un garaje que veía cómo se le escapa un titulo que tenía prácticamente ganado.

El campeón de aquel año sería un coche de rojo, el Ferrari de Raikkonen. Mientras que Alonso volvería a Renault tomando el puesto de Heiki Kovalainen, que le reemplazaría a su vez en McLaren.

Pero la tensión vivida y el campeonato perdido no fue lo peor para McLaren. Tras acabar el año, se hizo oficial la sanción a McLaren por un caso de espionaje sobre el equipo Ferrari. La resolución del caso fue la de retirar todos los puntos al equipo McLaren en el Campeonato de Constructores.

Gilles Villenauve - Didier Pironi

Ferrari no está exento de entrar en esta lista. Lo hace con la más trágica de todas las rivalidades, la que envuelve a Gilles Villenauve y Didier Pironi, que pilotaron los monoplazas de la marca italiana al principio de la década de los 80.

Gilles Villenauve llegó al equipo Ferarri para disputar las dos últimas carreras del año 1977. Un año en el que ya había disputado el Gran Premio de Gran Bretaña con el equipo McLaren. Tras esto, disputaría el resto de su carrera en la escudería del 'Cavallino Rampante'.

En sus años en Ferrari coincidió con Didier Pironi. El francés vistió de rojo por primera vez en 1981 tras pasar por Tyrell y la marca francesa, Equipe Ligier, donde logró como mejor resultado un 5º puesto en el Campeonato del Mundo.

En su primer año no lograron un buen resultado, y la marca italiana quedó en 5ª plaza del Mundial. Un resultado bastante pobre teniendo en cuenta la historia y los resultados que se le exigen a Ferrari.

Sin embargo, en el año 1982, las tornas cambiarían. Ferrari lograría alzarse con el Campenato de Constructores. Pero por el camino, se viviría el momento más trágico y fatídico de su rivalidad.

Todo comenzó en el GP de San Marino, en la carrera, cuando ambos marchaban en las dos primeras posiciones y no dejaron de luchar por el cajón más alto. Dado que la victoria parecía segura para la 'Scuderia', se les dio una orden: "Slow", una orden de equipo encubierta para mantener las posiciones.

Pero en la última vuelta, cuando Villenauve marchaba en cabeza, fue adelantado por Pironi, quien se acabaría llevando la victoria. Desde entonces, Gilles lo tuvo claro, no volvería a dirigir la palabra a su compañero. La relación dentro del box de Ferrari se había tensado al máximo.

Didier Pironi y Gilles Villenauve charlan antes de un Gran Premio. Fuente: Red Bull.com
Didier Pironi y Gilles Villenauve charlan antes de un Gran Premio. Fuente: Red Bull.com

Esta pelea tuvo un final trágico que llegaría en el siguiente Gran Premio, el de Bélgica, disputado en el circuito de Zolder. Durante la clasificación, Pironi se colocó con el mejor tiempo, y en su intento por batir a su compañero, Gilles Villenauve perdería la vida tras un accidente.

Este fue el final de la rivalidad más trágica de la F1. Pero esta historia, al final, tras la muerte de Pironi cinco años después, guarda un final feliz. O al menos agridulce, una guinda que, quizás, saque una sonrisa. Un detalle bonito, el de la mujer de Pironi, y sus hijos, a los que llamó Didier y Gilles.

Mark Webber - Sebastian Vettel

Una de las rivalidades más recordadas de la actualidad. Ocurrió en el equipo Red Bull, y coincidió con la época más exitosa de la marca austriaca en su historia, cuando lograron sus cuatro Campeonatos de Constructores entre 2010 y 2013.

Mark Webber llegó al equipo en 2007, cuando Red Bull aún andaba en pañales en esto del Gran Circo. Sin embargo, la escudería austriaca sacaría su mejor versión en 2009 con el cambio de reglamentación y que les permitió aspirar a objetivos más ambiciosos.

En ese año, Sebastian Vettel firmó por Red Bull y alcanzó el segundo puesto del Campeonato de Pilotos, al igual que su equipo en el de Constructores. Pero el año 2010 fue su año y se hizo con el Campeonato de Pilotos -de la misma manera que su escudería con el de Constructores-.

Los logros se revalidarían en 2011, 2012 y 2013. Fue precisamente este año el último en el que se vio a esta pareja conducir estos coches. Aquel año la relación se tensó al máximo entre ambos, y el GP de Malasia fue la gota que colmó el vaso.

"Sebastian, Multi Map 21, Multi Map 21" era lo que le decían desde el equipo a Vettel. Un código interno (las órdenes directas estaban prohibidas) para mantener las posiciones. Pero el piloto germano desoyó las órdenes y atacó a su compañero, que marchaba en primera posición. Ambos pilotos acabaron la carrera luchando por una victoria que se llevaría finalmente Sebastian Vettel.

Pero no sería lo único que se llevaría Vettel, que tuvo que oír la reprimenda de su compañero en la antesala del podio, el cual fue uno de los más atípicos de los últimos años. Pobre Hamilton, que fue quién les acompañó al quedar tercero.

Este incidente fue otro más en la notable prioridad de Sebastian Vettel frente a Mark Webber por parte del equipo. El Gran Premio de Abu Dhabi de 2010, donde Webber fue el sacrificado en la estrategia que permitió a su compañero ganar el Mundial.

O el GP de Silverstone 2011. Todo comenzó en los entrenamientos libres, cuando Webber tuvo que ver cómo le retiraban de su monoplaza el nuevo alerón delantero para que lo usase Vettel después de que este rompiera el suyo. Webber acabaría celebrando su victoria el domingo con una celebración y un frase para el recuerdo: "Not bad for a second driver" (no está mal para un segundo piloto).

La carrera de Webber finalizaría en el GP de Brasil de aquel mismo año. Para la temporada 2014 sería relevado por otro australiano, Daniel Ricciardo. Mientras, Vettel se marcharía  a Ferrari en 2015 y donde pilotará hasta el final de la temporada 2020.

Estas son cuatro de las rivalidades más tensas y recordadas de la historia de la F1. Pero también tienen cabida muchas otras; Alan Jones y Carlos Reutemmann, Jim Clark y Graham Hill, James Hunt y Nikki Lauda, Lewis Hamilton y Nico Rosberg. La mayoría entre compañeros de equipo, porque, al final, es el primer rival a batir.