Joan Mir durante esta cuarentena se suele levantar sobre las 9 de la mañana, menos los domingos que se los toma como descanso. “Más que nada lo hago ya que el día que se acabe la cuarentena no me podré levantar”. Al piloto no le puede faltar un buen zumo de naranja para desayunar, para él es algo vital, donde hay un antes y un después de tomarse el zumo.

El mallorquín intenta ir lo menos posible a la cocina, ya que si no pecaría, aunque su novia Alejandra creó un cajón, el cajón prohibido, donde están las chucherías, snacks,Nutella… “Hay que intentar no acercarse mucho”. El piloto no era muy fan de cocinar pero lo ha tenido que hacer, “soy un buen chef, mi especialidad son las hamburguesas, los huevos fritos y los desayunos”. Afirmó que lo que ha comido más ha sido pasta y que ha hecho pan, como muchos en este confinamiento, aunque el tiene una panificadora y con solo poner los ingredientes en tres horas tiene el pan recién hecho.

Sobre el entrenamiento a Mir no le gusta mucho hacer físico, pero “es verdad que haciéndolo me autorregula el día, ya que si no hago nada luego por las noches no tengo sueño”. Joan intenta por la mañana hacer gimnasio y por la tarde estar relajado o hacer otras cosas. “Es complicado mantener la disciplina porque normalmente tienes un objetivo y ahora no sabes cuando empezarás. Ahora mismo no pienso en que voy a volver a coger la MotoGP porque no lo veo a corto plazo”.

Habló sobre lo que hace en  tiempo libre, ha visto la cuarta temporada de La Casa de Papel y cuando se enteró que se hacían las carreras virtuales se puso un poco más a jugar a la Play, “pero me agobió un poco estar en el sofá tanto tiempo”. Su circuito virtual favorito es Phillip Island, aunque afirma que es muy complicado pero también es muy bonito.

Finalmente, le preguntaron qué es lo que más le ha conmovido en este tiempo, y ha sido ver a los policías bailar en la calle, cosa muy poco común, animando a toda la gente, es algo que emociona y que todos queremos ayudar y salir adelante”.

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