Marc Márquez sufrió una caída en la primera carrera del año que le dejó sin correr toda esta temporada tan rara y especial a la vez. Ha demostrado este año cómo encajar con una sonrisa, animando a su hermano y a su equipo el no poder luchar por su noveno campeonato, “estamos trabajando para recuperarnos e intentar lucharlo una vez más, aunque los rivales no lo ponen nada fácil".

En la entrevista para MARCA Sport Weekend ha recordado cómo a lo largo de los años y de sus ocho títulos mundiales, le ha tocado a veces salir del hoyo, otras aprender a nunca dar nada por imposible para ser el mejor.

Si echamos la vista atrás, seguramente uno de los recuerdos más impresionantes que tenemos de Marc Márquez es la carrera de Estoril en 2010, remontando después de una carrera y saliendo como último en la parrilla. Finalmente, el gran Márquez nos deleitó con la victoria. Ahora mejor que nunca hay que acordarse de los buenos momentos y el de Estoril 2010 es uno de ellos porque mucha gente se acuerda más de esa carrera que del título, no cómo fui campeón, todos se acuerdan de eso, por cómo fue todo, porque también se vio el ambiente del paddock, de unos equipos ayudando a arreglar la moto a mis mecánicos y luego por salir último y ganar la carrera jugándome un Mundial. Yo creo que salió así porque era completamente inconsciente de lo que era un campeonato del mundo, de lo que estaba viviendo y simplemente, iba en moto.

Y, como olvidarnos de la carrera de Qatar en 2012, consiguiendo una agónica victoria en la primera carrera de Moto2 en la que superó al italiano Andrea Inannone sobre la línea de meta por 61 milésimas de segundo. "De 2012 destacar caría dos carreras, la primera porque me pasé todo el invierno con problemas de visión, operado y sin saber si volvería a correr o no y sin entrenar casi me presenté a la primera carrera y gané, pero el recuerdo bonito también es de la última cita en Valencia cuando salí último en agua por una sanción merecida y conseguí ganar la carrera, era como una despedida de Moto2 y saltar a MotoGP con el mejor sabor de boca posible".

En 2013 dio el salto a MotoGP y bueno, como ya sabemos, no se le dio mal del todo al catalán. "En ese año estoy entre dos, la primera victoria y el primer podio porque allí me presenté en Qatar con la MotoGP y allí me vi de noche en el podio con Valentino Rossi y Jorge Lorenzo de repente cuando era debutante, fue muy, muy especial. Y luego justo en la siguiente carrera logré mi primera victoria y nada... un año que era que viniese lo que Dios quería, porque no tenía nada de presión".

2014 lo recuerda con doble alegría, "Hubo muchos grandes momentos porque gané 13 carreras, 10 seguidas y fue un año increíble, y me quedo con la sensación del año en general, me salía todo fácil, no tenía presión, revalidaba un título, y soy honesto, es uno de los años en que la moto me ayudó mucho, estábamos un paso por delante de los rivales y eso me permitió ganar tantas carreras... aunque quizás Montmeló fue el puntal porque por primera vez yo ganaba en casa en MotoGP y mi hermano en Moto3, y los dos ganando fue un domingo de los que no olvidas, era la primera vez que nos veíamos en esa".

La temporada 2015 fue un año para olvidar, Márquez triunfó en cinco carreras: Austin, Sachsenring, Indianápolis, Misano y Phillip Island, y cuatro segundos lugares. Sin embargo, seis retiros lo dejaron en el tercer puesto en el campeonato detrás de las Yamaha de Jorge Lorenzo y Valentino Rossi.

En 2016 Marc comenzó la nueva temporada sabiendo que su moto no era la mejor y que tenía muchas carencias, como la falta de aceleración y velocidad punta. Aun así salió a por todas en la primera carrera en Qatar quedando en tercera posición, a partir de aquí no hubo quién le frenase. "Ahí me quedo con Japón, las cosas llegan cuando menos te lo esperas y me enseñó otra faceta de nuestro deporte, que todo puede pasar. Era un fin de semana donde casi no había nada preparado para celebrar el título porque nadie esperaba que fallaran tanto Lorenzo como Rossi, llevaban nosecuántas carreras sin hacerlo, y yo no había ganado nunca en Japón y tenía que hacerlo, pero todos los astros se alinearon, gané, ellos fallaron y ni Honda ni mi gente tenía casi nada listo para la celebración".

La estadística total en 2017 de victorias en MotoGP, lo colocaba en el top ten en victorias en todo momento y segundo para Honda en la categoría principal. Contaba con 40 victorias a sus espaldas. “Creo que me valía haciendo un sexto o un séptimo en la carrera, y de entrada era algo aparentemente fácil. Pero mi ADN es arriesgar e ir a por la carrera o al menos estar en el podio porque me gusta celebrar los títulos subido al cajón, así son diferentes. Y sí, hice una de estas 'salvadas' a final de recta, una de esas que vas encima de la moto y cuando abres los ojos aún estás encima y no sabes qué ha pasado y entiendo que la gente se acuerde de 2017 por ello".

Hace tan solo dos años, Márquez dominó la temporada 2018, a pesar de los estrechos márgenes de tiempo en el campo de MotoGP, aumentando su número de victorias en las carreras en comparación con las dos temporadas anteriores del campeonato. "El momento de igualar a Doohan y lograr el quinto título son palabras mayores, era y es uno de mis ídolos y de mis referentes, sus duelos con Álex al que apoyábamos porque era el español, pero Mick marcó un estilo también en 500. Aunque aún me acuerdo mejor de una carrera que no gané, en Japón, fui segundo en el diluvio, llovía mucho y nos jugamos la victoria con Dovizioso hasta la línea de meta. Me ganó, pero la recuerdo porque es de esas que pierdes, pero dices, ¡qué carrerón!, pilotábamos casi como en seco, nos adelantábamos como en seco, y eso en agua, cuando pasa todo piensas, 'no nos hemos caído porque alguien no ha querido".

Durante la temporada 2019, Márquez demostró un dominio aplastante, quedando en primera o segunda posición durante todas las carreras excepto en Texas, dónde se cayó. A falta de 5 carreras, Márquez aventajaba en 98 puntos a su más inmediato perseguidor Andrea Dovizioso. “Yo quería conseguir el título en Tailandia porque el sitio y la afición me gustó, el ambiente y el circuito, y no empecé de la mejor manera, con hospital, TAC, vértebras... no había nada fisurado, me dieron el apto, pero luego vino otra caída el sábado, y al final gané en la última curva, lo que dio el aliciente al título".

Este año pensaba que podía ser el noveno campeonato pero no ha podido ser por la caída en el primer Gran Premio de Jerez, "No me gusta pensar en cómo voy a celebrar un título, sí que cada año lo empiezo pensando en ganar, y de hecho pensaba que este podría ser el del noveno y no pudo ser, pero a ver el año que viene".