El pasado domingo, el programa francés Clique de Canal+ Francia recibió a Fabio Quartararo en el que junto a Pauline Clavière, Clément Viktorovitch y Karim Jemili estuvieron hablando de la actualidad.

Hace poco el piloto francés visito la sede de Yamaha, una visita de la que habló poco y que por fin vio la M1 2005 de la que hablaba cuando era pequeño. "Es la primera moto que recuerdo. Fue entonces cuando me dije: 'Quiero ser piloto'", recordó. Fabio recuerda cuando subió al podio en Jerez y lo vino a felicitar Rossi del cual dijo que nunca se lo hubiera imaginado. El día más feliz fue cuando ganó su primera carrera, una semana antes de ese podio con Rossi. Fabio dijo que fue una liberación por que llevaba mucho tiempo intentándolo pero nunca había llegado y conseguirlo fue un momento, como él explico, muy emotivo.

Fabio tras un 2019 repleto de sus casi victorias sabía que la victoria llegaría tarde o temprano, además también, por su forma de trabajar. Pero el piloto francés se detuvo en su pasado; no fue bueno. "En ese instante, piensas en todos los sacrificios realizados en tu juventud para llegar a este punto, en los miles de kilómetros recorridos con mi padre entre Niza y España, cuando dormía en el suelo del camión mientras él conducía", explicó con detalle Fabio.

Como él, miles de pilotos de todas las edades sufren caídas, ya que esta profesión tiene riesgos de los que, a veces, se quedan es eso caídas y Fabio explicó que depende de cómo te caigas y de la velocidad pasa una cosa u otra. "Siempre intentamos protegernos al máximo, y ahora nuestros monos y cascos son mucho más resistentes... Sí, puede ser peligroso". Por eso su madre ve las carreras en diferido, sufre demasiado pero él tiene claro una cosa, "Si sientes miedo, pierdes rendimiento".

El rookie del año de 2019 tampoco se mordió la lengua al confesar dónde se vería dentro de 10 años: "Campeón del Mundo de MotoGP". Una vez hablado de todo, ya fuera de lo que es el ámbito del motociclismo, Quartararo respondió a muchas preguntas, también de perfil más íntimo y personal.

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