Tras las tres primeras carreras del campeonato en Bahrein, Arabia Saudí y Australia, el mundial se desplaza hasta Europa para la disputa del Gran Premio de la Emilia Romaña en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari.

Tras las carreras inaugurales, la llegada del campeonato a Imola plantea rápidamente un problema relacionado con los pianos de la pista italiana. Los monoplazas de este año con la nueva normativa adoptan, como principal fuente de carga aerodinámica el efecto suelo, corriendo con el fondo del monoplaza muy cerca del asfalto tratando de tener un nivel de carga aceptable.

La pasada temporada, los pilotos aprovechaban bastante dichos pianos aunque se encontraran con pianos que nada tienen que ver con los del inicio de la temporada. Además, para evitar situaciones como la vivida por Mick en Yeda, la forma de afrontarlos podría ser más calmada que previamente.

División de opiniones sobre los pianos

El jefe de la escudería Alfa Romeo, Xevi Pujolar, apuntaba que la aproximación a los pianos será algo a tener en cuenta, hasta el punto de ser determinante en según qué casos, teniendo cuidado con la configuración del monoplaza y hasta dónde puede apurar el piloto la pista.

Por otra parte, pilotos como Kevin Magnussen piensan que no es el gran problema de Imola. Para el danés el Haas es un monoplaza competitivo, por lo que su VF-22 debería adaptarse bien a la pista del Gran Premio de la Emilia Romaña.

“Los coches, al ser más bajos y rígidos, la transición entre pianos es más difícil que el pasado año. Ya lo veremos, pero espero que podamos ser competitivos, independientemente de los retos a los que nos enfrentemos, ya que creo que nuestro monoplaza es fuerte en todos los aspectos,  así que deberíamos hacerlo bien”, comentaba para el medio Motorsport.

Pronto se resolverán esas dudas y comprobaremos si el problema es tal como algunos comentan o no es tan grave y los mecánicos no tendrán ese quebradero de cabeza que algunos temen.