Los FP3 han comenzado con una batalla de neumáticos blandos que se ha visto parada momentáneamente por una bandera amarilla causada por Esteban Ocon cuando su coche se ha quedado sin potencia en mitad del túnel.
En esta sesión los equipos han buscado encontrar los puntos donde destacar de cara a la clasificación, pero siempre con la idea clara de no fallar. En estos libres, el mínimo fallo conlleva problemas para llegar a punto a la clasificación e incluso no poder participar en ella. Es uno de los entrenamientos libres 3 más complicados de la temporada.
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Puestas a punto
Hemos podido ver cómo, tras unas vueltas iniciales, muchos equipos han modificado ciertos parámetros de sus coches para poder adaptarlos de la mejor manera a las necesidades del piloto y de las condiciones de la pista y el circuito.
Por un lado, Leclerc se ha quejado de falta de control del coche en las "s" de la zona de la piscina. Esto, según los parámetros de aceleración, le ha hecho perder algunas décimas al tener que frenar en una zona donde se tiene que afrontar una recta. Para ello han tenido que cambiar la altura del coche, algo que en Mónaco no castiga tanto como en otros circuitos.
También en Aston Martin hemos visto cambios en ambos coches, sobre todo en el de Fernando Alonso. El piloto español ha pedido modificar ciertos puntos de la suspensión trasera para poder adaptar el coche de manera óptima a una pista con muchos baches. Al finalizar la sesión el piloto se veía más cómodo y contento con estos cambios.
En el garaje de Red Bull hemos podido ver pequeñas modificaciones en las suspensiones delanteras de ambos automóviles, pues sus pilotos se han quejado de dificultad a la hora de tomar ciertas curvas. A pesar de eso, les ha servido para acabar la sesión en los dos primeros puestos de la clasificación.
Ha sido una tanda de libres con muchos toques y roces con los muros, por lo que los mecánicos tendrán que hacer un esfuerzo extra para comprobar que todo está en orden antes de la clasificación de esta tarde.
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El desafío de Mónaco: el tráfico
Esta nueva sesión no se ha quedado corta en referencia a los problemas de tapones, de frenadas improvisadas o de "casi" accidentes por culpa de las grandes colas de tráfico que se crean en el trazado.
Al contar con una pista más estrecha, con escapatorias en puntos estratégicos y con posibilidades nulas de esquivar a los coches si no es acabando en el muro, las quejas por radio están a la orden del día en cada una de las sesiones de este fin de semana.
En muchas ocasiones hemos podido ver cómo se han sancionado a equipos y pilotos por obstaculizar o por no dar órdenes correctas sobre la posición del coche que viene por detrás, pues son acciones que, si el piloto que está en vuelta no llega a controlar, pueden acabar con un accidente muy grave.
Es un desafío que empezó ayer en los primeros entrenamientos, y que sin duda será mucho más grande a la hora de la clasificación, cuando los pilotos estén dándolo todo a una vuelta y se encuentren coches en mitad del trazado buscando cargar batería o, simplemente, volviendo a boxes.
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Un Mónaco accidentado
Otro de los grandes tópicos del circuito del principado son los accidentes. En esta sesión hemos contado con la bandera amarilla por la parada del coche de Esteban Ocon en el túnel, una zona muy peligrosa para aparcar el coche, pues los demás pilotos entran con una gran velocidad a una zona donde el contraste de luz es muy grande y, lo más peligroso, no hay posibilidad de escapatoria.
Más tarde, casi al final de la sesión cuando los equipos volvían a montar los neumáticos nuevos para probar una nueva tanda de vueltas de clasificación, el coche de Magnussen se ha quedado parado en una curva también con muy poca visibilidad, sin embargo no ha tenido mucho peligro gracias a la rapidez de los comisarios de lanzar el Virtual Safety Car.
Por último, la sesión ha terminado pocos minutos después con una bandera roja provocada por Lewis Hamilton al chocar su coche con las barreras en la curva 5 del circuito, después de entrar bloqueando en la curva anterior. El golpe no ha sido muy duro; sin embargo, ha servido para decretar el final de la sesión por el tiempo que conllevaba trasladar el coche de esa zona. El equipo Mercedes tendrá que trabajar rápido hasta la clasificación, pues el coche tenía la suspensión delantera rota.
En resumen, Mónaco es un circuito donde el automóvil pasa a un segundo plano, las manos del piloto y sus capacidades marcarán esas décimas de diferencia. Estamos, sin duda, ante una de las clasificaciones más especiales del año y, en este caso, una de las más apretadas de la temporada. No se puede apostar por nadie, pero tampoco descartar.
