La forma de movernos en coche tal y como hoy la conocemos podría cambiar, o eso es lo que parece que tienen en mente las marcas automovilísticas para un futuro quizá no tan lejano. La conducción autónoma es ya un hecho que se está poniendo en práctica en distintos prototipos, como el Audi RS7 Piloted Driving o el coche de Google, e incluso ya en el mundo cotidiano nos encontramos vehículos con sistemas de estacionamiento automático y otros capaces de circular en atascos sin que el conductor tenga que acelerar ni frenar.

En la edición de este año del CES, la feria internacional de electrónica que se celebra estos días en Las Vegas, no ha sido Apple ni Samsung, sino Mercedes-Benz la que se ha llevado todas las miradas tras enseñar al mundo cual es su visión del transporte privado del futuro.

Mercedes-Benz F 015 Luxury in Motion (Imagen: Mercedes-Benz)

Propulsado por dos motores eléctricos que generan 272 caballos y por pila de hidrógeno cuando se agota la batería

Según Dieter Zetsche, presidente del grupo Daimler y director general de Mercedes-Benz, en 2030 las grandes ciudades de 10 millones de habitantes incrementarán su población entre un 30 y 40 por ciento, y uno de los mayores lujos será el espacio privado y el tiempo. Eso es lo que pretenderán ofrecer con el concepto de coche del F 015 Luxury in Motion.

En este Mercedes hasta cuatro personas, sentadas en asientos independientes y rotatorios, podrían trabajar o relajarse haciendo uso de la interactividad que ofrece el coche gracias a las seis pantallas integradas en los paneles interiores, mientras se dirigen a sus destinos por carretera.

Interior Mercedes-Benz F 015 Luxury in Motion (Imagen: Mercedes-Benz)

El funcionamiento del F 015 Luxury in Motion se lleva a cabo mediante dos motores eléctricos, que desarrollan un total de 272 caballos, y mediante pila de hidrógeno, con la que puede ampliar su autonomía hasta los 1.100 kilómetros.

Cuenta con una envergadura de 5,220 metros de longitud y 2,018 de ancho, cifra similar a la del largo del Clase S de batalla extendida pero con bastante más anchura. Su carrocería, fabricada en aluminio, es de un sólo volumen, sin caídas pronunciadas de techo, muy recto de principio a fin, por lo que el parabrisas queda muy tumbado. Las puertas son de apertura inversa y no tiene pilar central entre medias, lo que facilita la entrada y la salida de los pasajeros y da una mayor habitabilidad.

El sistema de iluminación LED emite una luz azulada pero se torna en blanca cuando el conductor toma los mandos, para que el resto de conductores puedan diferenciar cuando el vehículo está en modo autónomo. Otras de las curiosidades de este coche son el display del parachoques trasero, que puede comunicar cualquier mensaje a los conductores que van detrás o el láser del frontal, que dibuja un paso de peatones en la calzada a la vez que emite un mensaje sonoro indicando que se puede cruzar cuando detecta a una persona esperando.