A mediados de los años 50’, Jaguar competía en pruebas de resistencia con el D-Type, un modelo que descendía del C-Type y que se convirtió en leyenda al conquistar por tres veces consecutivas las 24 Horas de Le Mans, la primera de ellas en 1955 para el equipo oficial de Jaguar y las dos posteriores para la Ecurie Ecosse.

En 1956 la marca británica abandonó la competición y el presidente Sir William Lyons decidió que las 25 unidades del D-Type que aún quedaban sin vender se transformaran para comercializarlas como vehículo de calle, con el que poder circular sin problemas por la vía pública. De esta manera nacía el Jaguar XKSS.

Jaguar XKSS (Imagen: Autowp.ru)

Empleaba, así, el novedoso chasis monocasco de aleación de aluminio y otras aplicaciones revolucionarias, como los discos de freno en las cuatro ruedas, del D-Type. El motor también era el mismo de 6 cilindros en línea y 3,4 litros de capacidad alimentado por tres carburadores Weber, que entregaba 266 caballos de potencia.

Sólo se adaptó la carrocería para eliminar la joroba trasera y la separación existente entre las dos plazas. Además también se añadió un parabrisas más grande, ventanillas, una puerta para el pasajero, parachoques y capota de lona.

Steve McQueen y su Jaguar XKSS (Imagen: Autowp.ru)

Cuando aún se estaban llevando a cabo las últimas conversiones, un grave incendio en la fábrica de Browns Lane la noche del 12 de febrero de 1957 destruyó nueve unidades del Jaguar XKSS, entre otros 300 coches.

De las finalmente 16 unidades de este biplaza, una docena fue vendida en Estados Unidos, un par de ellas en Canadá, otra en Hong Kong, y sólo una permaneció en Gran Bretaña. El propietario más celebre de todas ellas fue sin duda el legendario actor Steve McQueen.

Con el tiempo, el XKSS se ha convertido en uno de los mayores mitos de la marca, y ahora, 60 años después, Jaguar ha decidido fabricar, de manera exacta y con la numeración de los chasis originales, las nueve unidades que se perdieron en aquel incendio.

Jaguar XKSS 2017 (Imagen: Jaguar)

Para ello han hecho uso de los planos originales pero también se han ayudado de las nuevas tecnologías, escaneando todas las partes del modelo de 1957, para crear una imagen digital completa del coche y que así pueda ser lo más fiel posible. Respetando el proceso original, el chasis está soldado en bronce y, por supuesto, la carrocería y las llantas se han fabricado en aleación de magnesio. Además, los discos de frenos Dunlop cuentan con la misma especificación que los originales.

Cómo no, el motor es un 3.4 de seis cilindros en línea, fabricado de hierro fundido, que se alimenta mediante tres carburadores Weber y que desarrolla 266 caballos de potencia, idéntico al que lo propulsaba hace seis décadas. El tanque de combustible, eso sí, es más robusto que antaño por motivos de seguridad, y a la vez está adaptado mejor a los combustibles actuales.

En el interior todo se encuentra también tal y como estaba en 1957, ya que se ha recreado hasta el más mínimo detalle; desde las agujas Smith de los relojes hasta los mandos del salpicadero. Debido a que es un trabajo muy artesanal, se estima que cada unidad conlleve unas 10.000 horas de mano de obra.

Interior Jaguar XKSS 2017 (Imagen: Jaguar)

La presentación del primer modelo de la continuación del XKSS se ha llevado a cabo en el museo automovilístico Petersen de Los Ángeles, coincidiendo con la celebración del Salón Internacional del Automóvil de esa misma ciudad. Quienes han pagado la suculenta cantidad de un millón de libras esterlinas (1,17 millones de euros) irán recibiendo su unidad de este coche perdido en el tiempo a lo largo de 2017.

No será el único clásico que vuelva a fabicarse este próximo año, ya que DeLorean fabricará 300 nuevas unidades del mítico DMC-12 y AC Cars hará lo propio con el Cobra MkI de 1962.