Philip Island. Año 2000. Categoría de 250cc. Olivier Jacque y Shinya Nakano llegaban al circuito australiano prácticamente igualados a puntos. La última cita de aquella temporada sentenciaría quién se llevaría el título.

El título de la temporada 2000 fue el último de Yamaha logrado en 250cc | Foto: Pinterest 

Ambos pilotos del equipo Chesterfield Tech3 habían realizado una gran temporada. El francés lideraba a falta de esta última cita con dos puntos sobre su compañero de equipo. 254 puntos para Jacque, 252 para Nakano.

 

SITUACIÓN DE AMBOS PILOTOS ANTES DE AUSTRALIA

Fuente: MotoGP.com (Elaboración propia)   

La temporada de los dos pilotos había sido muy similar. Jacque fue algo más regular que Nakano, pero este último ganó cinco carreras, mientras que el francés solo estuvo dos veces en lo más alto del podio.

Durante los entrenamientos de Philip Island, Shinya Nakano fue el más rápido. En el clasificatorio se llevó la pole, siendo cuatro décimas más rápido, precisamente, que Olivier Jacque. La primera fila de la parrilla la completarían Daijiro Katoh y Marco Melandri. En aquella parrilla también había grandes pilotos como Fonsi Nieto, Álex Debón o Sebas Porto.

La tensión ya se notaba desde la vuelta de calentamiento. Antes de que el semáforo se apagase, Nakano, desde la pole, solo tenía un plan: ganar. A su derecha, a pocos metros de él, estaba Jacque. El francés era el líder de la general, pero sabía que si ganaba el japonés no había opciones de llevarse el título a Francia.

Shinya Nakano estuvo cinco veces en la más alto del podio en la temporada 2000 | Foto: Pinterest

Más que una victoria

Llegó el momento de la verdad, se apagó el semáforo. Nakano salió directamente a liderar la carrera, mientras que Jacque se mantenía algo distante con Katoh y su compañero por delante. El japonés de Yamaha comenzaba a abrir un pequeño hueco durante las primeras curvas. El francés no tardó en responder, adelantó a Katoh y rápidamente se puso a la estela de Nakano.

Ambos se irían distanciando de los demás conforme pasasen las vueltas. Nakano y Jacque, cara a cara, última carrera de la temporada. Se quedaron solos y entre ellos se decidiría todo. En esa situación, y con los puntos que tenían, quién ganase sería campeón del mundo. Esa carrera era mucho más que una victoria.

En el box del equipo Chesterfield Yamaha Tech3, el jefe de equipo, Hervé Poncharal, se comía las uñas al ver tan cerca a sus dos pilotos. Con Katoh posicionado tercero, una caída de sus hombres en cabeza le daría el título al piloto de Honda. Seguramente les comentaría esto antes de comenzar la carrera. El título debería irse para la marca de los tres diapasones.

Jacque y Nakano se intercambiaron el liderato de la clasificación durante la temporada | Foto: Pinterest

La sombra del sol naciente

Lejos de un duelo épico, la disputa por el título fue pacífica. Jacque se limitó a rodar por detrás de su compañero de equipo durante las 25 vueltas, no todas, pero prácticamente todos los metros. Nakano le hizo el trabajo al francés e intentaba abrir un hueco sobre éste, pero Jacque se mantenía siempre cerca. El francés era la sombra del sol naciente.

Estaban completamente solos. Sus perseguidores, Katoh, Ukawa y Melandri, se encontraban a más de ocho segundos cuando faltaban cinco vueltas para el final. Nada cambiaba en la cabeza de carrera, Nakano iba directo hacia la victoria mientras Jacque llevaba toda la carrera observándole. El japonés sabía que le estaba estudiando. Todas las vueltas le enseñaban “JACQ +0” al cruzar la recta de meta.

Hasta la bandera, todo es carrera

Nada cambiaría hasta la última vuelta. En la curva cuatro, Jacque intentó liderar la carrera pero no calculó bien su apurada de frenada y su trayectoria se alargó. Nakano seguía haciendo las curvas idénticas a como las hizo las 24 vueltas anteriores.

Nakano (56) lideró prácticamente todas las vueltas de la carrera | Foto: Wxat GP500 (twitter)

Olivier Jacque veía cómo se escapaba el japonés, aunque la distancia era posible recuperarla. Y así fue, para el último sector ya estaba de nuevo a la rueda de Nakano. Ambos llegaron a la curva diez en las mismas posiciones. Tan solo les quedaban las dos últimas curvas de izquierda.

Los dos pilotos daban el máximo. El japonés salió de la última curva liderando, pero Jacque salió algo más rápido que él. Nakano no vio durante casi 25 vueltas, más de 111 kilómetros, a su compañero de equipo. La bandera de cuadros ya estaba a la vista de ambos. Todo el equipo Chesterfield se asomaba para ver en directo el final.

Menos de 200 metros. Nakano ve a su izquierda, por primera vez en carrera, a un Jacque que, gracias al rebufo, le recortó las distancias y le arrebató la posición. Sus ojos se abrirían tanto como la animación de su casco. El japonés no se lo podía creer. Jacque campeón del mundo. Nakano subcampeón. Dramático y épico, al mismo tiempo. Así fue el final de 250cc en la temporada 2000.

Últimos metros de la carrera en la que Jacque (19) adelanta a Nakano (56) | Foto: Wxat GP500 (twitter)

Nunca se supo la camiseta de campeón que llevaría el japonés, pero sí que se comportó como un caballero al felicitar inmediatamente a su compañero de equipo en la vuelta de honor. Jacque agradecía la deportividad de Nakano a la vez que no daba crédito de esos últimos metros de campeonato. Tan solo 14 milésimas separaron al francés del japonés. El final de temporada más ajustado entre dos pilotos del mismo equipo.

Final de siglo. Final de ciclo para ambos en la categoría del cuarto de litro. Curiosamente, años después seguirían compartiendo box en 500cc con Yamaha y, posteriormente, en MotoGP con Kawasaki. Ese final de temporada no impidió a Nakano seguir luchando por ser mejor piloto, y tampoco ser compañero y amigo de Jacque. 

Siempre hubo deportividad entre ambos rivales y compañeros de equipo | Foto: Pinterest