En un mundo tan complicado como es el de la competición, es realmente complicado encontrar un equipo donde puedas demostrar tu potencial como piloto. Cuando lo logras, intentas dar el 120% de tus fuerzas, jugando con la fina línea del éxito o del fracaso, de la victoria o de la lesión, sacando el luchador nato que llevas dentro para conseguir subir al lugar más alto del podio.
El actual líder de la categoría Superbikes en el FIM CEV REPSOL, Carmelo Morales, con más de 30 puntos por delante de Iván Silva, está cerrando el camino para recoger el título que se le escapó la pasada temporada.
Morales sabe bien qué es esa lucha. El año pasado cuando era tercero en el campeonato con 45 puntos se iba al suelo en Cataluña y se despedía de la cita de Albacete. Se fracturó ambos pies teniendo que ser intervenido. Pero el español regresaba a la categoría con ganas de victoria y de recuperar el terreno perdido y lo logró. Cuatro victorias seguidas. Tenía claro lo que tenía que hacer: ganar, ganar y ganar; y sacar el máximo de puntos posibles a Kenny Noyes, que finalmente se llevó la corona.
Este año el piloto del equipo Yamaha Laglisse viene con mano de hierro, pero controlándose más, siendo más frío pilotando y sobre todo, respetando a la moto. Ha visto como sus rivales y compañeros han tenido graves lesiones como es el caso de Kenny Noyes, que en el sacacorchos invertido de Motorland tuvo una caída y estuvo un tiempo en coma o como Dani Rivas tuvo un fuerte accidente en su primera carrera en el AMA americano y perdió finalmente la vida.
Sin duda, será complicado bajar del primer cajón a Carmelo Morales, su principal rival está lesionado y no se sabe cuando volverá, pero Iván Silva se lo pondrá difícil en una categoría donde cada vez están las cosas más apretadas.