El certamen de Superbikes del FIM CEV Repsol tiene nuevo rey. Un monarca que ya dominó la categoría pesada del campeonato en la época de 'Fórmula Extreme' y que, tras dos años de sinsabores, vuelve a sonreír. Carmelo Morales vuelve a estar en la cima del mundo tras ganar el campeonato sin que ningún rival pudiese toserle en toda la temporada. La ausencia de sus principales adversario, no obstante, le facilitó las cosas.

Morales finiquitó su título en Jerez en la enésima exhibición de su Yamaha. Desde la pole, puso la directa desde la salida para imponer un ritmo demoledor que nadie pudo seguir. El barcelonés está dos pasos por delante del resto de la parrilla y su buen hacer ha restado emoción a la categoría, curiosamente, más apretada de la pasada temporada. Las distintas desgracias que han sufrido sus rivales le han allanado el camino.

El anterior campeón, Kenny Noyes, sufrió un gravísimo accidente en Aragón cuando estaba a sólo cuatro puntos de Carmelo Morales en la clasificación. Sólo dos semanas después, Dani Rivas perdió la vida en un dramático suceso en Laguna Seca cuando trataba de hacerse un nombre en Estados Unidos. El otro piloto que podía hacerle frente, Iván Silva, también cayó lesionado hace un mes en Navarra. Del cuarteto de ases, sólo está en pie Carmelo.

Para el futuro, un rival al que deberá tener en cuenta es al chileno Max Scheib. Llamado para sustituir al malogrado Rivas a partir de Jerez, logró la segunda plaza en la primera manga en el trazado andaluz. Amagó con intentar alcanzar al campeón, pero prefirió amarrar su primer podio. Ya habrá tiempo de celebrar victorias, que llegarán. Seguro.

El podio lo completó Ángel Poyatos, que superó en la lucha por el cajón a Adrián Bonastre. No tan bien le fue a Pietri, segundo en la general, que acabó por los suelos cuando rodaba en tercera posición.