Comienza una nueva temporada y a su vez, una nueva aventura para Alex Márquez dentro de su andadura en la categoría intermedia. Tras subir de categoría como flamante campeón de Moto3 y finalizar un primer año donde las cosas no le terminaron de salir, el piloto de Cervera afronta un nuevo reto con un mismo objetivo, pelear por el título de Moto2. 

Pese a correr con menos presión que en su primer año, el catalán tendrá que luchar con pilotos como el vigente campeón de la categoría Johann Zarco, o su compatriota Alex Rins entre otros, por lo que para llegar a ese objetivo, el camino, en el que quienes te hacen grande son tus adversarios, no será nada fácil pero sí, un poco menos complicado ya que se trata de un piloto que sabe muy bien quién es, qué quiere y como conseguirlo.

El comienzo de ese camino, pasa por disfrutar arriba de la moto y partiendo de esa base, dar un enfoque distinto a la temporada e ir carrera a carrera, como hizo durante el año en el que se convirtió en campeón del mundo, sin centrar las miradas en algo concreto que no le permita ver lo que hay más allá, como le pudo pasar a lo largo de su primera campaña en Moto2.

Foto: Marc VDS
Foto: Marc VDS

A partir de aquí, lo que se espera es que los resultados vayan llegando para el ilerdense ya que es como una esponja, una esponja que absorbe hasta el más mínimo de los detalles y que posteriormente, va exprimiendo de forma similar a un motor diesel, poco a poco hasta llegar al objetivo, comenzar a ganar.

La victoria te hace crecer, ganas y creces, pero además, hay otro factor muy importante que da fomento a esta adhesión y es la regularidad. Para encajar a la perfección estos dos elementos, el catalán partirá de una sólida base en esta nueva campaña, que se ha ido consolidando tanto en las malas como en las buenas experiencias recogidas a lo largo de su primera temporada que una vez más, ha sabido afrontar con esa máxima serenidad y ese equilibrio que tanto le caracterizan.

Está claro que no será sencillo debido a la gran igualdad que presenta esta categoría, pero Alex afronta la temporada con la mejor motivación que puede existir: cumplir un sueño. En él, permanecen intactas todas y cada una de las aptitudes que le llevaron a conquistar un durísimo título de Moto3 y es que al final, se está hablando de un campeón con estrella que brilla con luz propia.