Hablar de Thomas Luthi es hacerlo de un piloto experimentado, regular, frío y poco propenso a cometer errores. Así lleva una década en la categoría de Moto2 -anterior 250cc-, siempre entre los cinco o seis mejores a final de temporada. Sin embargo, no suele llegar con pociones de título al final de curso por su falta de victorias -hasta el año pasado, su tope era eran los dos triunfos de la temporada 2014-. Eso, hasta 2016, donde se destapó como un piloto más ganador, regalándole, además, llegar con opciones de ser campeón a las últimas citas del año.

A principios de temporada, Luthi entraba en la habitual quiniela de outsiders al campeonato, partiendo de la base de que Johann Zarco, defensor del título, y Álex Rins, principal promesa del motociclismo a esas alturas, debían disputarse el Mundial. El suizo esperaba su momento junto a ya clásicos de la cilindrada como Folger, Lowes o Morbidelli. Además, la pretemporada del helvético había sido brillante, marcando buenos tiempos tanto en los tests de Jerez como en los oficiales de Qatar, disputados una semana antes de dar comienzo el campeonato.

Comienzo triunfal en Losail

Y fue allí, en Qatar, donde Luthi comenzó a avisar de que 2016 podría ser su año. Al menos, su mejor año como piloto de Moto2. Se encontró con una victoria por la que nadie apostaba después de un comienzo caótico, en el que Lowes, Zarco y Rins fueron sancionados por saltarse la salida y el alemán Folger se cayó cuando lideraba con suma comodidad. Luthi tuvo que hacer frente al agresivo Morbidelli, que buscaba su primer triunfo mundialista, pero la mayor experiencia del '12' se hizo valer, y Luthi se convirtió en el primer líder de la temporada en Moto2.

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

Las tres siguientes carreras bajaron de la nube al piloto suizo, que volvió a ser ese piloto sumamente regular pero al que habitualmente le falta algo para ser un gran campeón. Fue séptimo en las dos pruebas disputadas en América, una en mojado -Argentina- y otra en seco -Estados Unidos-, y subió un puesto en Jerez, sonde acabó sexto. Tras este tridente, ya ocupaba la cuarta plaza del campeonato, por detrás de Lowes, Rins y Zarco.

Su momento podría llegar en Le Mans, habitual trazado favorable para Luthi, donde, además, este año salía desde la pole. Sin embargo, no trasladó su buen ritmo mostrado en entrenamientos y no pasó de la tercera plaza, eclipsado por una exhibición de Rins. Este podio vino sucedido de otras dos carreras decentes: en Mugello, donde sobrevivió al caos para ser cuarto, y en Montmeló, donde acabó en la quinta plaza. Le valía para seguir cuarto en el Mundial, a una distancia prudencial de una carrera con respecto a los líderes de la clasificación.

Un verano difícil le complica el título

Sin embargo, fueron dos carreras sobre mojado las que hipotecaron de forma casi definitiva las esperanzas de título de Luthi: Assen y Sachsenring. Especialmente, la primera, en la que salía desde la pole, pero se fue al suelo cuando buscaba su segundo triunfo del año. También acabó besando el asfalto en Alemania, aunque en este caso no hubiera sacado un resultado tan bueno. De esta forma, Luthi se marchaba al parón estival cuarto en la general, pero a 58 puntos del líder, Zarco.

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

La vuelta al campeonato, en Austria, no cambió la tendencia ganadora de Zarco, que casi sentenciaba su campeonato, en un día en el que Luthi perdió el podio en la última curva ante Rins y seguía dejándose puntos por el camino. Para más inri, una semana después, en Brno, el suizo sufrió una dura caída en los entrenamientos que le impedía tomar parte en la carrera del domingo. A falta de siete pruebas, el campeón de 125cc de 2005 estaba ya a 75 puntos del liderato, con el Mundial perdido.

Pero fue a partir de ahí cuando Luthi comenzó una racha imparable. Para empezar, ganó en Silverstone, logrando su segunda victoria del año, justo en el día en el que Zarco y Lowes tuvieron ese polémico incidente que les dejó a ambos sin puntuar. De una tacada, el suizo recuperaba 25 puntos. Muy meritorio, teniendo en cuenta su accidente de Brno. Las dos siguientes carreras, en Misano -sexto- y Aragón -cuarto- le mantuvieron, en la distancia, en la pelea por el campeonato, aunque pendiente de los errores de Zarco y Rins. Errores que llegarían.

'Sprint' final con el subcampeonato como recompensa

La gira asiática de Luthi sería espectacular. Se hizo con una gran victoria en Motegi, uno de sus circuitos preferidos, batiendo a un Zarco algo conservador por la caída de Rins. Más autoritario fue su triunfo en Phillip Island, una cita en la que ni Zarco ni Rins tuvieron su mejor día y colocaba al helvético en la segunda plaza del campeonato, a menos de 25 puntos del liderato de Johann Zarco. Paradójicamente, la opción de que Luthi ganase el Mundial aún era posible.

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

Sin embargo, la exhibición de Zarco en Sepang sobre piso mojado, con Luthi en sexta posición, dejó truncado el sueño de Thomas de sumar a su título de 125cc una segunda corona, esta vez en Moto2. Sí le sirvió para consolidar el subcampeonato, el cual ratificó dos semanas más tarde en Valencia, donde acabó tercero, consiguiendo finalizar segundo en la clasificación, por delante de Rins, el principal favorito a ganar el título a comienzos del año.