Brad Binder es uno de los hombres de moda en el Mundial de motociclismo. El piloto sudafricano no entraba en las quinielas previas al inicio del campeonato. Los expertos hablaban de la legión italiana, compuesta por Fenati, Antonelli o Bastianini, además de Jorge Navarro. Ninguno nombraba a Binder, que había heredado la posición de jefe de filas que dejó Danny Kent en el Red Bull KTM Ajo después de ser campeón el curso pasado.

En las primeras siete pruebas del campeonato, Binder ha demostrado que es el máximo aspirante a acabar como campeón del categoría pequeña. El piloto de KTM se está mostrando un paso por encima y suma un total de tres triunfos y otros cuatro podios. Siete veces entre los tres mejores. Una regularidad que ningún otro ha podido igualar. El resultado se ve en el campeonato, que lidera con 44 puntos de ventaja sobre Jorge Navarro.

A pesar de que todavía quedan once Grandes Premios para cerrar el curso, Binder ya piensa en el futuro. El sudafricano es consciente de que no se le puede escapar esta oportunidad de ser campeón. A partir de ahí, solo espera seguir subiendo escalones dentro del Mundial. "Quiero ser campeón del mundo. Y el año que viene quiero subir a Moto2; sé que será complicado y empezaré desde cero pero es mi objetivo", explica en una entrevista en la web de MotoGP.

El momento más importante de Binder este curso fue, sin duda, la carrera de Jerez. El sudafricano debía partir desde el primer lugar, pero unos minutos antes de empezar la prueba se le notificó una sanción por usar un software no homologado durante los entrenamientos. Binder se vio obligado a salir el último, más allá de la trigésima plaza.

La sanción no fue suficiente para frenar el vendabal de la KTM con el dorsal 41. Binder firmó una carrera memorable y remontó hasta llevarse la victoria con suma facilidad. No fue un triunfo cualquiera, sino que suponía el primera de su carrera deportiva. "No estaba preparado para salir desde la última posición. Lo bueno es que no había presión. No me lo creía, fue muy extraño. Luego, tres o cuatro horas después me di cuenta de que había ganado mi primer Gran Premio", comenta sobre la hazaña.

Binder destaca una figura a la que agradece los éxitos. No es otra que la de Aki Ajo, el jefe de equipo y el mismo que ya asesoró a otros campeones como Marc Márquez, Maverick Viñales, Danny Kent o Johann Zarco. "Aki es un tipo increíble, es muy bueno tenerlo en tu equipo. Tiene mucha experiencia y ha tratado con muchos campeones del mundo así que me encanta escuchar sus historias", concluye.

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David García Martín
Los buenos siempre ganan