Haber conseguido ya el título no es excusa para que Brad Binder baje el ritmo. El sudafricano arrancará desde la tercera posición en la carrera de mañana, la primera en la que correrá como campeón de la categoría, tras su coronación en Aragón hace tres semanas, lo que le convierte en el piloto que más pronto gana un título desde que Valentino Rossi lo consiguiese en 2005, con cuatro carreras aún por disputar.

No obstante, estos resultados parecen no frenar el ímpetu del joven pupilo de Niklas Ajo, que ha conseguido estar en las posiciones de cabeza sobre el trazado nipón. “Ayer tuvimos un día difícil porque tuve un par de caídas, pero hoy desde el principio fue todo algo mejor”, reconocía el líder de la clasificación, que ha tenido que superar los problemas técnicos de su moto para ser competitivo en Motegi.

En el segundo día de Gran Premio, Ajo Motorsport consiguió que la máquina y el piloto fueran capaces de pilotar “más rápido que ayer para conseguir la mejor vuelta rápida”desde que desembarcaron en tierras asiáticas.

Para mañana, el futuro piloto de Moto2 se muestra realista y reconoce sufrir “en algunos puntos del circuito, especialmente en la frenada”, por lo que ha enfatizado mejorar en el Warm Up de mañana para estar a la altura en carrera, donde unos pequeños fallos a lo largo de las 20 vueltas de la carrera se convierten en segundos que pueden ser decisivos.

Con el título ya decidido, solo el honor de romper los récords es lo único que puede motivar el piloto sudafricano, que disputará sus últimas carreras antes de ascender a la categoría intermedia, donde seguirá compitiendo en la estructura de Niklas Ajo a lomos de WP, el prototipo de KTM para esta competición, que debutará en la categoría el año próximo.