Mucho se ha hecho esperar, pero Enea Bastianini ha vuelto a saborear el triunfo en un Gran Premio del Mundial de motociclismo. La de Motegi se convierte en su segunda victoria mundialista después de que se estrenara en el año 2015 en el Gran Premio de San Marino. Esta vez, la victoria ha llegado de una forma más atípica de lo esperado. Si Moto3 se caracteriza por ser una categoría con carreras en grupo, esta vez no ha sido así. El ritmo impuesto por Binder desde el primer momento ha roto una carrera que quedaba en mano de tan solo dos pilotos: el propio sudafricano y Enea Bastianini. Un bajón de rendimiento por la falta de grip en la KTM de Binder, ha permitido que el italiano peleara el triunfo y en la última vuelta se hiciera con la victoria con 17 milésimas de diferencia. De esta forma, Bastianini ha aprovechado el cero de Jorge Navarro para situarse en segunda posición del campeonato general, con 21 puntos de ventaja sobre el español.

El ritmo impuesto por Binder hacía presagiar que la victoria sería para el piloto del Red Bull KTM Ajo. Pero si bien es cierto, el italiano no se ha relajado en ningún momento y ha conseguido recortar la distancia con el sudafricano. El propio Bastianini cree que ha sido una carrera “increíble” en todos los sentidos. “Binder ha empujado muy fuerte al principio y también Migno y Bagnaia podrían tener un buen ritmo. Binder ha cambiado el ritmo, empujando aún más fuerte y ha tomado un poco de margen, por lo que en ese momento traté de perseguirle. Tuve éxito, a pesar de la reducción de la distancia no fue nada fácil. Nuestros tiempos eran muy similares, pero en las últimas seis vueltas di todo lo que pude, y en la última vuelta he conseguido engancharlo”, añadía el italiano.

Foto: Gresini Racing Moto3

Las últimas vueltas han sido muy complicadas para Binder, puesto que las sensaciones sobre su KTM no eran las adecuadas. Algo, que sin duda ha servido para que el piloto del Gresini Racing Moto3 recortara distancias y tuviera la oportunidad de pelear la victoria. “Ha sido una gran sensación llegar a él y luego por si fuera poco, he conseguido adelantarle en la curva 11. Sabía que Brad iba a ser muy rápido, pero en vueltas anteriores también había visto que saliendo un poco fuera de la curva podría intentarlo. Lo hice, aunque no fue fácil. Estoy muy feliz porque hacer podio es siempre bonito, pero la victoria es algo diferente”, sentenciaba Enea Bastianini.