La temporada del Campeonato Mundial de Motociclismo 2016 está en la recta final, a falta de dos grandes premios por disputar: el de Malasia, que tendrá lugar del 28 al 30 de octubre y pondrá el broche a la gira transoceánica, y el de la Comunidad Valenciana.
Arón Canet llega al circuito de Sepang con un sueño cumplido que sin duda le empujará para finalizar el año con toda la motivación posible. El circuito de Sepang es otro de los que tendrá que estudiar cada rincón y cada curva, al ser ya el último de los que no había pisado hasta ahora. La consecución de tres carreras con tanta distancia geográfica entre ellas, tan poco tiempo de adaptación y sin tiempo para relajarse, no le está siendo muy difícil al valenciano, pues está consolidando su progresión continua junto con el equipo Estrella Galicia 0,0.
La prueba del trabajo del piloto número 44 está en el resultado del pasado fin de semana, en el asfalto australiano, donde tras un fin de semana complicado y sin mucho feeling, el día de la carrera afianzaba su posición cruzando línea de meta en tercer lugar, consiguiendo así el primer podio de su trayectoria mundialista a los 17 años de edad y en una carrera de locura, con condiciones meteorológicas complicadas y muchos pilotos fuera de pista.
Ahora Canet seguirá trabajando por aprender de cada kilómetro sobre la Honda y por dar los mejores resultados a su equipo. En su debut y con 16 Grandes Premios disputados, cuenta con 76 puntos en la clasificación general y se posiciona décimo tercero.
"El GP de Australia va a ser especial para toda mi vida por haber conseguido allí mi primer podio mundialista, algo con lo que llevaba soñando toda mi carrera deportiva. Una vez conseguido, me gustaría subirme más veces pero, para ello, soy consciente de que he de seguir trabajando y aprendiendo de la mano de mi equipo técnico en el Estrella Galicia 0,0. Este primer año en el Mundial está siendo muy intenso en cuanto a aprendizaje y noto cómo voy quemando etapas".
Arón destaca el plus que le da viajar a Malasia tras el podio y pese a las ganas de más sigue concentrado en hacer las cosas paso a paso: "Así que llegamos a Malasia obviamente motivados tras el podio, pero con los pies en la tierra porque es un circuito en el que no he rodado antes y vamos a ver cómo me adapto a él. Tiene una gran recta en la que serán muy importantes los rebufos y hará mucho calor, aunque esto último creo que no será un gran hándicap porque llevo entrenando desde muy pequeño a las horas de máximo calor de los meses de verano en los circuitos españoles".