Poco a poco 2016 se va terminando, las horas se van descontando y la aparición de las luces y árboles navideños dejan un resultado por delante: el fin de una temporada para que en breve se ponga en marcha otra. Como no podía ser de otra manera, cuando una campaña baja su telón se debe hacer un balance, con las luces y sombras que ha deparado la temporada, y donde como mejor promesa del curso ha aparecido el español Joan Mir, quien prometía emociones fuertes al finalizar el 2015, y en 2016, con su primer año en el Mundial de Moto3 ha dado una auténtica exhibición de pilotaje, la cual le ha llevado a la quinta posición del campeonato del mundo, con el consecuente título de 'rookie' del año, obteniendo no solo 144 puntos, a uno de Francesco Bagnaia y seis de Jorge Navarro, pero sobre todo estrenando su casillero de triunfos al poder alzar los brazos en el Gran Premio de Austria. 2017 promete emociones fuertes para un Mir que perderá a varios de sus rivales que dan el salto de categoría, quedando como una de las referencias de la categoría pequeña en el siguiente curso.

Complicado inicio de año

Siendo nuevo en la que es posiblemente la categoría más complicada del Mundial, Joan Mir tenía ante sí una importante campaña, la de aprender, pero sobre todo dejar destellos de calidad que le permitan estar en el estrellato durante las próximas temporadas. La noche qatarí recibía con los brazos abiertos al piloto mallorquín, que sin experiencia en el campeonato estrenaba su condición de piloto oficial bajo la noche del desierto, terminando en duodécimo lugar, un puesto que ratificaba sus condiciones de piloto para poner un punto de partida fabuloso en su carrera. Sería en el Gran Premio de Argentina cuando Joan daría su primer gran alegría a sus seguidores, y es que terminando en quinta posición sumaba un buen botín de puntos, los cuales daban paso a su primera retirada de la temporada en el Gran Premio de Las Américas, cuando una caída le dejaba fuera de juego.

La llegada a suelo español, conociendo previamente el Gran Premio de España al haber tenido la oportunidad de probarlo en el campeonato de España, Mir competía en las mismas condiciones que sus rivales, lo cual le permitía terminar en una sexta posición que le sabía a gloria, pero que daba paso a una mala carrera en el Gran Premio de Francia, cita en la que Joan tan solo podía ser vigésimo quinto, sin sumar ningún punto, pero mostrando una fabulosa entereza poco propia de un chico de su edad al comparecer en el Gran Premio de Italia con ganas de quitarse el mal sabor obtenido en territorio galo al finalizar la carrera en séptima posición, manteniendo la inercia de resultados positivos tanto en el Gran Premio de Cataluña como en el Gran Premio de los Países Bajos, terminando en ambas carreras en octava posición para proseguir su andadura en el Mundial de Moto3 con buen pie.

Llega la primera victoria de Mir como piloto de Moto3 y a continuación hacen acto de presencia los podios

Para llegar al ecuador del campeonato Joan Mir se tendría que conformar con abandonar el Gran Premio de Alemania antes de tiempo con una caída que le dejaba fuera de jugo, pero que le permitía llegar al periodo vacacional con deberes que realizar, más aún teniendo en cuenta que la primera carrera después de las cuatro semanas sin carreras, sería en un circuito desconocido para todos los pilotos, que dejaba a Mir en las mismas condiciones que sus rivales, aprovechando esta situación el piloto mallorquín para conseguir ni más ni menos que la primera victoria de su corta carrera en Moto3. Con la alegría por las nubes, Joan tendría que volver a la tierra en el Gran Premio de la República Checa, cita en la que tan solo era capaz de llegar hasta la octava posición, un resultado que empeoraría en el Gran Premio de Gran Bretaña al ser noveno, pero ambos puestos le hacían ganar confianza para llegar al Gran Premio de San Marino, cita en la que Mir conseguiría brillar de nuevo finalizando en tercera posición, en el que era su segundo podio en la categoría pequeña.

Con cinco carreras por delante para concluir la temporada, Mir tenía ante sí la oportunidad de continuar aprendiendo, sumando en el Gran Premio de Aragón una quinta posición antes de poner rumbo a la gira asiática que supondría el final de la campaña. El reto era apasionante: sobrevivir a una de las giras más duras del deporte actual, y la primera prueba para Joan llegaba en el Gran Premio de Japón, donde era capaz de conseguir terminar la carrera en novena posición, siendo incapaz de correr la misma suerte días después en el Gran Premio de Australia, terminando antes de tiempo la prueba al sufrir una caída, misma situación que tenía que vivir el mallorquín en el Gran Premio de Malasia.

Un segundo puesto como broche de oro

La temporada ponía su punto final en casa, en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, y allí Joan Mir cerraría la campaña de la mejor forma posible, con una fabulosa segunda posición sucumbiendo tan solo al poderío de Brad Binder, concluyendo el mallorquín como el mejor 'rookie' del curso con 144 puntos, uno por debajo de Francesco Bagnaia y a seis de Jorge Navarro. En 2017 el reto será mayúsculo para Joan Mir, conquistar el Mundial de Moto3.